Una de las claves del cultivo orgánico es saber combinar plantas. Cuando hacemos una huerta, armamos un ecosistema, buscamos que todas las especies que lo habitan estén en equilibrio, y para ello incorporamos plantas que cumplen el rol de protectoras de este ecosistema.
Para que haya menor incidencia de plagas, la huerta debe imitar un paisaje natural en donde conviven diferentes especies de insectos y diversidad de plantas, diferentes colores, flores variadas y diferentes olores de plantas aromáticas.
Se pueden utilizar plantas aromáticas como cerco vivo o dentro de los surcos de la huerta o jardín. Un buen cerco sería el compuesto por: lavanda, romero, salvia, ruda, ajenjo, manzanilla y orégano. Dentro de los surcos: menta, albahaca, estragón, tomillo y ortiga.
Las plantas las podemos agrupar según la función que cumplen.
1- Plantas trampas
Son aquellas que colocamos en la huerta para distraer a los predadores de nuestro cultivo principal. Suelen ser resistentes y con aromas fuertes. Se las conoce también como plantas de sacrificio, ya que, de cierta manera, se las ofrecemos a los insectos a cambio de que no se coman nuestros cultivos.
Algunas de ellas son:
- Mastuerzo o Taco de Reina: planta trampa para orugas.
- Ajenjo: planta trampa para pulgón.
- Caléndula: planta trampa para pulgón.
- Orégano: planta trampa de hormigas.
- Albahaca: trampa de pulgones y repelente de insectos en general, sobre todo chinches.
2- Repelentes de insectos
Liberan aromas fuertes o algunas toxinas y con ello repelen o distraen insectos. Estos suelen tener un gran sentido del olfato, a través del cual encuentran el aroma de sus plantas preferidas y se instalan a vivir allí. Si nosotros colocamos aromas fuertes y diferentes en todo el huerto, confundimos a los insectos y les es más difícil reconocer el aroma que buscan.
Algunas de las plantas que usamos con este fin son
- Ruda: Se utiliza en maceración, para pulverizar plantas atacadas por pulgones. Ajenjo: Se utiliza en infusión como repelente de gorgojos, ácaros y orugas.
- Salvia: Repelente de algunas plagas (moscas) en zanahoria y repollo.
- Menta: Cerca de las coles, alejan a las plagas que atacan a estas plantas.
- Romero: Repelente de insectos en zanahorias y repollo. También es útil porque en ella se hospedan enemigos naturales de las plagas (insectos benéficos).
- Lavanda: Se utilizan las flores como hormiguicida.
3- Atraen insectos benéficos
Así como hay predadores del huerto, hay predadores de los predadores del huerto. A estos se los conoce como insectos benéficos, y son aquellos que se alimentan principalmente de los bichos que se comen las plantas. Algunos de ellos son la catarina o vaquita de San Antonio, las avispas, las libélulas y las arañas, que comen principalmente pulgones, mosca blanca y otros pequeños insectos, y completan su dieta con algo de néctar de las flores. Es por esto último que incorporamos flores en el huerto, para atraerlos con más facilidad.
Algunas flores que podemos incorporar son
- Manzanilla
- Borraja
- Cosmos
- Cilantro
- Hinojo
4- Mejoran el suelo
Existe un grupo de plantas que tiene la maravillosa cualidad de mejorar el suelo. Se las conoce como leguminosas o fabáceas. El nitrógeno se encuentra en la atmósfera y es uno de los principales macronutrientes que absorben las plantas. Las leguminosas, en acción con una bacteria presente en sus raíces, tienen la capacidad de fijarlo en el suelo.
Algunas de las leguminosas que podemos incluir en la huerta son:
- Legumbres
- Arvejas
- Trébol
5- Trasladan nutrientes
Finalmente, tenemos una planta maravillosa, que con sus largas raíces, tiene la capacidad de buscar nutrientes en lo profundo de la tierra y arrastrarlos para hacerlos disponibles al resto.
Se trata de la consuelda, una de las reinas del huerto orgánico, ya que no solo traslada nutrientes a la superficie, sino que también sus hojas poseen mucho potasio.
Al cortarlas y agregarlas directamente al suelo, se descomponen rápidamente, dejando disponible este elemento para las plantas.