El 14 de agosto de 1892 y mediante un decreto del por entonces presidente de la República Argentina, Luis Sáenz Peña, se aprobó la mensura y subdivisión de la Colonia de San José practicada por el agrimensor Juan Queirel celebrándose de esta forma la refundación del pueblo de San José. Por ello, esta fecha se recuerda como la refundación de esta histórica localidad misionera que hoy cumple 131 años.
Tal como lo marcan los libros de historia, el poblado tuvo su origen en una reducción jesuítica llamada San José de Ita-Cuá. Pero, las continuas guerras con los bandeirantes impidieron el normal desarrollo de la localidad, hasta que la batalla de Mbororé terminó con estos ataques.
Es por esto que se asigna a San José un nuevo emplazamiento entre Apóstoles y Candelaria, en las inmediaciones de las nacientes de los arroyos Pindapoy Grande y San José. En la localidad se instaló una importante posada para viajeros, donde por su clima saludable iban a curarse muchos sacerdotes enfermos. La economía en ese entonces se basaba principalmente en la ganadería. E inclusive existen registros de que San José aportó a la tropa del general Manuel Belgrano unos 100 indios de caballería.
Por ello, San José es declarado pueblo el 2 de diciembre de 1887 por la Gobernación de Corrientes (que tenía anexada a Misiones). En los años 1890, el agrimensor Juan Queirel trazó y mensuró el actual pueblo y colonia de San José, situado apenas unos kilómetros al oeste de la reducción jesuítica original. Un fatídico decreto de 1928 quitó a la reducción de la categoría de Reserva Histórica a las ruinas de la misión, que pese a ello y el constante saqueo todavía conservaba escalinatas, templo y paredes de la escuela.
El mayor impulso económico llegó con la estación del ferrocarril en 1910, que permitió la instalación de aserraderos, plantas elaboradas de yerba mate y procesadoras de jugos con la importante empresa Pindapoy, mientras que la colonia producía principalmente yerba mate y cítricos.
El historiador Pablo Pastells cuenta en su “Historia de la Campaña de Jesús” que la Reducción Jesuítica de San José fue fundada en 1633 cerca de la Serranía del Tapé, huyendo de los Mamelucos y Portugueses del Brasil, transmigro en el año 1638 sobre los márgenes orientales del Paraná. Según Félix de Azara la reducción, en 1660, se trasladó al lugar definitivo donde se asentó, al NE de las nacientes del arroyo Pindapoy en la región serrana del Tabiapú. Pero no se tienen precisiones del lugar puntual donde la reducción estuvo emplazada entre los años 1638 y 1660.
Sin embargo, fueron encontrados escritos que describen que el general José Gervasio Artigas cruzó el Paraná por el Paso San José, puerto de la extinguida Reducción de San José, en el primitivo puerto de Anunciación y de Santa Cruz de Itapúa, en la ribera izquierda del Río Paraná. Por estas referencias se puede deducir que la Reducción de San José de Itacuatiá, del Río Toropi en el Tapé, de 1638 a 1660 estuvo provisoriamente asentada en el ejido de la fracasada Reducción de la Anunciación de Nuestra Sra. de Itapúa, donde hoy está emplazada la ciudad de Posadas, capital de la Provincia de Misiones.
Las Misiones Jesuíticas fueron creadas por la Compañía Jesuítica, por real orden de la Corona de España del 30 de enero de 1609, la Reducción de San José en 1660, luego destruida junto con las formadas sobre el Río Uruguay, San Carlos y Apóstoles, lentamente se fueron despoblando las reducciones de Misiones, para convertirse en ruinas.
Estas regiones se repoblaron antes de la guerra del Paraguay en 1860. La invasión de Solano López estableció una guarnición en este pueblo en 1849 y después volvió a destruir todo su progreso.
Terminada la guerra estas tierras pasaron a depender de la provincia de Corrientes hasta el 22 de diciembre de 1881 con la Federalización del Territorio de Misiones.
El 27 de septiembre de 1887 el Gobierno de la Provincia de Corrientes decretó la creación y subdivisión de varios pueblos donde ya existían poblaciones reducidas, entre ellos San José. Estas subdivisiones no se llevaron a cabo hasta llegada la orden del Gobierno Nacional cuando en 1891 el Ing. Juan Queirel subdividió el actual pueblo de San José y su Colonia compuesta por 8000 has.
Antes de la llegada del Ing. Queirel los pobladores existentes residían al Este y al Sur de las Ruinas Jesuíticas y a la subdivisión de este pueblo se trasladó el pequeño vecindario fortalecido por algunas otras familias comenzando la actual población.
Una destacada postal del ingreso a la localidad, un mural realizado en el bicentenario de la Patria y el Santo Patrono de San José custodiando todo.Algunos propietarios de los primeros solares adquiridos fueron: Francisco Bordas, Francisco Pereyra, Yango Novais, Emilio Kopistinki, Jerónimo Rodríguez, Casiano Carballo, Francisco Bueno, Francisco Domínguez y Marciano Claro.
Datos a tener en cuenta
San José es un punto de la tierra colorada ubicada en el Sur provincia, más precisamente en el Departamento de Apóstoles, y es un lugar geográfico marcado por la industria yerbatera, maderera, agrícola, junto a zonas de acampe, bellos saltos, en medio de serranías. La riqueza del pueblo reside en su pasado como reducción jesuítica guaraní y en la simpleza de su gente de variado origen europeo.
Además, San José es uno de los ingresos obligados a Misiones desde la provincia de Corrientes. El municipio permite el contacto con importantes ciudades a pocos kilómetros. Se encuentra a unos pocos más de 50 km de la ciudad de Posadas por la ruta Nacional 105, y a sólor 350 km de Iguazú.
Parque Provincial de la Sierra
El Parque Provincial de la Sierra, “Ingeniero Agrimensor Raúl Martínez Crovetto” o “Parque provincial de las Sierras de San José” es un área natural protegida. Fue creado mediante la Ley Provincial 3221 y sancionada el 22 de agosto de 1996 sobre terrenos fiscales de la Colonia Félix Ortiz de Taranco, cuya superficie totaliza aproximadamente 1088 hectáreas y recibió su nombre en honor del profesor Raúl Martínez Crovetto, estudioso argentino altamente reconocido en la región.
El objetivo de su creación fue preservar un espacio de transición entre el ambiente de las selvas mixtas característico del norte de la provincia, y el ambiente de los campos y malezales, propio del sur de Misiones y el norte de la provincia de Corrientes.
Su principal atractivo turístico es el alto grado de conservación del ambiente natural, preservado de los efectos de la actividad humana y 5 saltos o cascadas que pueden visitarse recorriendo un sendero peatonal de algo más de 2500 metros. Los saltos son: Salto Colmena Milenaria; Salto El Ceibo; Salto Golondrina; Salto La Gruta y Salto Yateí.
En relación a su flora característica del ambiente de selva mixta incluye ejemplares de laurel (Nectandra saligna), guatambú (Balfourodendron riedelianum), palo rosa (Aspidosperma polyneuron), cedro (Cedrela fissilis), laurel amarillo (Nectandra lanceolata), lapacho (Tabebuia) y cocó (Allophylus edulis), bajo los cuales se desarrollan las tacuaras bravas (Guadua trinii) y las pitingá (Chusquea uruguayensis). Alternan con estas especies ejemplares de palmito (Euterpe edulis) y pino paraná (Araucaria angustifolia). En ambiente de campos y malezas presenta pastizales de gramíneas, principalmente de Paspalum y Panicum, con algunos matorrales o arbustales alternados.
Mientras que su fauna incluye venados (Mazama americana), zorros de monte (Cerdocyon thous), zorros de campo (Lycalopex gymnocercus), osos meleros (Tamandua tetradactyla), pacas (Cuniculus paca), acutís (Dasyprocta punctata), monos caí (Sapajus apella), aperiás (Cavia aperea) y ositos lavadores (Procyon cancrivorus), entre otros.
El parque se destaca por su riqueza ornitológica. Se ha registrado al presencia de ejemplares de tucán grande (Ramphastos toco); arasarí fajado (Pteroglossus castanotis); los carpinteros campestre (Colaptes campestris), blanco (Melanerpes candidus) y oliva manchado (Veniliornis spilogaster); las mosquetas media luna (Phylloscartes eximius), canela (Poecilotriccus plumbeiceps) y parda (Lathrotriccus euleri); los chincheros enano (Xiphorhynchus fuscus) y escamado (Lepidocolaptes falcinellus); los arañeros silbón (Myiothlypis leucoblephara) y coronado chico (Basileuterus culicivorus) y los fruteros corona amarilla (Trichothraupis melanops) y coronado (Tachyphonus coronatus), entre muchos otros.
El Instituto Gentilini
El Instituto Agrotécnico Gentili con más de 90 años de educación dedicada a formar jóvenes, incentivandolos en el estudio y en su compromiso social y comunitario está ubicado en el corazón de San José.
Originalmente las tierras donde se levanta la institución educativa pertenecían al señor Pascual Gentilini, un visionario y pionero de la colonización de Misiones, oriundo de Azul, Provincia de Buenos Aires. Gentilini donó sus campos al estado, con la condición de que en ellos se estableciera una escuela agrícola, voluntad que comenzó a gestarse en septiembre de 1925, cuando la congregación salesiana se hizo cargo de las tierras.
Así, en la mañana del 23 de febrero de 1927, llegaría a San José el sacerdote Juan Bautista Guerra acompañado por tres hermanos coadjutores que se dirigieron a la estancia “El Saturno”, donde fundarían la escuela, que comenzó a funcionar como tal en mayo de 1931 con 6 alumnos.
Cruzar el túnel de tacuaras del acceso es como ingresar a la máquina del tiempo. La atmósfera se detiene al traspasar la frondosa galería y cobra una dimensión más relajada. En el patio principal, en sus claustros, se respira historia. El lema del Gentilini es: “formar buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
La entrada principal tiene vista a las sierras de San José, donde las distintas tonalidades de verde en el horizonte le dan una profundidad extraordinaria. Un busto de Don Bosco, emplazado en su pilastra elevada en una pequeña rotonda, da la bienvenida a todos lo que llegan. El edificio no conserva su aspecto original, ha sido renovado, adaptándolo a las necesidades actuales. Sin embargo, en las baldosas de su patio todavía se pueden sentir los rastros de los cientos de pisadas que lo recorrieron a lo largo de sus más de 90 años.
La escuela primaria para niños internos se abrió en 1931 y desarrolló sus actividades hasta 1944, año en que se amplió la oferta educativa con un ciclo básico para la formación de Mayordomos de campo, siempre atendiendo a la demanda de personal especializado en tareas agrícolas. En 1968 se modificó el plan de estudios y a partir de ese momento los egresados comenzaron a salir con el título de Expertos Agropecuarios. Con la implementación de la nueva Ley Nacional de Educación los alumnos promocionan con el título de Técnico Profesional en Producción Agropecuaria.
El lugar donde se encuentra ubicado lo convierte en el espacio ideal para una educación para el trabajo en el campo, enfocada como expresión de aprecio y cuidado de la naturaleza, de interés y esfuerzo para transformarla mediante procesos productivos sustentables que no degraden los recursos naturales.
El colegio ofrece dos modalidades: residencia y externado. Ambas responden y favorecen el programa de estudios agropecuarios. La primera posibilita el estudio a alumnos de la zona, como también a otros provenientes de lugares alejados. Mientras que la modalidad externado permite el estudio a alumnos con residencia cercana al instituto.
El Pascual Gentilini tiene una extensión de 7.200 hectáreas. Además de las aulas, la capilla, la biblioteca, la sala de informática, salones de usos múltiples y oficinas, cuenta con sectores dedicados a la producción de insumos para consumo propio (pan, facturas, embutidos); y otros para la comercialización a pequeña escala. Exhibe con orgullo su producto insigne, la yerba mate Don Bosco. Pero además tiene parcelas destinadas a diferentes cultivos, como hierbas aromáticas, y viveros donde se reproducen renovales de especies nativas y exóticas.
Antes de abandonar el lugar es imposible alejarse sin contemplar la planta de yerba que, dicen, fue plantada por el propio Gentilini hace más de 100 años. Allí se puede advertir el vínculo inseparable entre hombre y naturaleza.
Fuentes: sanjosemisiones.com.ar; donbosconorte.rog.ar; wikipedia.or y Redacción Central