Ese lunes, por videoconferencia desde la Unidad Penal 1 de Loreto, en el marco de los recaudos por la pandemia de coronavirus que empezaba a azotar al país, el exprofesor de música Sergio Daniel González reconocía su culpa ante el fiscal del Tribunal Penal 2, Martín Alejandro Rau, y aceptó una condena inédita para Misiones y de las primeras en el país: catorce años de prisión efectiva como autor penalmente responsable de “corrupción de menores agravada por haber sido cometida mediante engaño, en concurso ideal con distribución de pornografía infantil y grooming en concurso real”.
El expediente 99.717 se inició en 2015 y tenía como acusado a este docente de 40 años en ese momento (45 al concretarse la condena), denunciado por la progenitora de la víctima de 13 años.
La mujer contó en su momento a PRIMERA EDICIÓN que “revisaba el teléfono celular de mi hijo cuando descubrí que mantenía conversaciones en Facebook con perfiles que, a simple vista y por lógica, eran falsos. Uno de ellos era una supuesta mujer y el otro un supuesto amigo de ella con imágenes de automóviles. Resulta que eran la misma persona, un masculino, con los mismos amigos y contactos en común, todos varones. Lo primero que se me cruzó por la mente fue que era un pedófilo. Entonces decidí mantener una charla con mi hijo”.
“Me contó que se fue con un amigo cuando la supuesta mujer lo citó, diciéndole que iba a ir un amigo que le iba a mostrar fotos y videos de ella. Me dijo que era un hombre de unos 30 o 33 años, que se movilizaba en un Renault Clio bordó. Esta persona le iba a llevar supuestamente con ella para que se conozcan. Sin pensarlo y pese a que no le pasó nada gracias a Dios, me fui a radicar la denuncia, porque si no es mi hijo, le puede pasar a otro”.