Cerca del mediodía del martes 18 de febrero, en una chacra ubicada en el kilómetro 75 de la ruta provincial 18, el salvaje crimen de Sonia Cerpa (40) conmovió a todo el país.
Su expareja, apodado “el Cuerero”, debido a que realizaba artesanías con cueros de vaca, la mató frente a sus dos pequeñas hijas de 3 y 7 años.
Un corte en el cuello y 18 puñaladas tenía el cuerpo de la víctima.
Posteriormente, Prestes Barbosa escapó mientras las niñas se escondieron en el monte para evitar la muerte.
Al llegar los familiares de Sonia se encontraron con la terrible escena en una chacra cuyo poblado más cercano, Dos Hermanas (en el municipio de Bernardo de Irigoyen) está a 34 kilómetros.
Para entonces, Prestes Barboza había iniciado su fuga y, como es oriundo de Río Grande do Sul, se pensó que podía estar del otro lado de la frontera.
Pasaron varios días de búsqueda y conjeturas respecto al paradero del “Cuerero”. La familia de Cerpa inició su propio grupo de rastrillaje por diferentes zonas en las que se conseguían datos de la posible permanencia del acusado de femicidio.
Casi una semana después, el 23 de febrero, en Piñalito Sur, Gustavo, uno de los hermanos de Sonia, seguía un rastro a la vera de la ruta nacional 14, a la altura del municipio de San Pedro. En forma imprevista el joven de 23 años vio como se le abalanzó un hombre desde la zona de monte y lo reconoció de inmediato. Se trataba del sospechoso del femicidio de su hermana.
El “Cuerero”, buscado intensamente por las policías argentina y brasileña, portaba un arma blanca por lo cual Gustavo, rápido de reflejos, le apuntó con su escopeta calibre 16 y, tal vez temiendo por su vida, abrió fuego. Los perdigones se incrustaron en varias partes del cuerpo del presunto femicida, quien -dicen- no cayó sino hasta que Gustavo lo redujo cuerpo a cuerpo.
La policía terminó deteniendo también a Cerpa. Hubo movilización de los vecinos pidiendo la libertad del joven. Finalmente, dos días después, lo liberaron al ser imputado por “lesiones graves, calificado por el uso de arma de fuego”.
El “Cuerero” fue hospitalizado durante varios días hasta que a fines de junio pasado fue trasladado a la Unidad Penal III de Eldorado donde espera el juicio oral y público y la condena.