Con el inicio de la emergencia sanitaria, las mujeres trans y las identidades disidentes fueron uno de los sectores que mayor discriminación sufrieron. A pesar que algunas pudieron acceder a una asistencia a través del Programa Potenciar Trabajo y el IFE, señalaron que no es suficiente ya que carecen de una efectiva inclusión en Misiones. PRIMERA EDICIÓN habló al respecto con algunas organizaciones para conocer el panorama actual de la comunidad trans en la provincia.
Aumentaron los desalojos
Desde la Asociación de la Calle a la Dignidad, Dana Valiente aseguró que “esta pandemia fue algo catastrófico para las mujeres trans, travestis y las identidades diversas, donde muchas debieron convivir con sus familiares. Hubo situaciones relacionadas con desalojos de las disidencias de sus hogares y la poca ayuda no pudo dar abasto para la cantidad de personas. Con respecto al Estado prostituyente, más allá de gestionar recursos, alimentos y el programa Potenciar Trabajo, que es un salario que no alcanza para nada a las compañeras, las trans tuvieron que salir igual a la calle. El riesgo y el miedo está, la mayoría intenta cuidarse como puede pero la necesidad es muy grande. Además, algunas tienen que pagar alquiler y no pueden costearlo”.
En los alquileres, “hubo intención de echarlas y el apriete psicológico está en al menos el 85% de los casos por parte de los propietarios. También hubo bastante subas en precios”, agregó.
En materia de herramientas inclusivas, remarcó que “en Argentina, fueron varios los proyectos aprobados de inclusión laboral en provincias más grandes, por lo que vemos una ola de aceptación. Sin embargo, Misiones tiene una resistencia bastante cruel con el colectivo trans y falta mucho por trabajar en materia de legislación y con las organizaciones sociales. Aún se desconoce bastante acerca de las identidades diversas y disidencias para que algún día logremos algo”.
Un contexto muy triste
Por su parte, como referente de ATTTA Misiones, Nazarena Fleitas precisó a PRIMERA EDICIÓN que “las compañeras no pudieron tener un proceso de pandemia porque tuvieron que salir a trabajar igual, sin importar el poner en riesgo su vida porque contención por parte del Estado provincial no hubo. Siempre se esperan las políticas de Nación que abarcan aún más con políticas y se pudo lograr contención. En la provincia, el ingreso al Potenciar dio un respiro a las compañeras, junto con el IFE, para poder solventar por lo menos un poco de sus gastos pero sí o sí tuvieron que salir” (en referencia a la prostitución).
En este sentido, aseguró que “quizás Posadas está contenida, porque la mayoría de las organizaciones están ahí, pero otras la están pasando muy mal en otros puntos de la provincia. También tenemos compañeras menores de edad sin ninguna contención y ha pasado que fueron expulsadas de sus hogares por la discriminación. Desde las organizaciones nos quedamos con las manos atadas en esas situaciones porque tampoco tenemos un lugar en la provincia que contenga a esas compañeras”.
Todavía es un tema tabú
Desde ATTTA Misiones, “presentamos proyectos de inclusión laboral y uno de una casa asilo para compañeras trans. También hubo un proyecto para trabajar junto al IPRODHA para que aquellas en situación de calle puedan acceder a una vivienda. En este sentido, no pedimos nada gratis sino acceder a derechos y pagar lo que corresponde. Pero sucede que el Estado hace caso omiso y las asociaciones no podemos hacer nada, ya que ni contamos con un espacio físico propio para poner una cama para las compañeras en situación de calle”, dijo Fleitas.
También señaló que “en Misiones, todavía hablar de personas trans es tabú. Como organización estamos ahí con toda la predisposición pero todo queda en la nada y la situación de las compañeras no mejora, siguen paradas en las esquinas. Los módulos de mercadería no alcanzan para una semana y lo único que pedimos es un trabajo, aunque sea de barrendera. Tenemos compañeras que tienen formación y no consiguen trabajo por la discriminación que existe a su identidad de género”, concluyó la referente.