El 10 de febrero de 1996 fue la primera vez que una máquina ganaba una partida de ajedrez en un torneo regular, y nada menos que contra un campeón del mundo.
Él era el ruso Gari Kasparov, dominador absoluto del juego-ciencia entre 1985 y 1993, cuando dejó de competir por el título y formó una asociación paralela.
Ella era “Deep Blue”, una supercomputadora diseñada por IBM para que pudiera calcular más rápido que cualquier ser humano. Antes de mover cada pieza, calculaba por “fuerza bruta” todas las posibilidades de movimientos y su probabilidad.
Su potencia le permitía calcular 100 millones de posiciones por segundo. Sin embargo, no dejó de sorprender esa victoria sobre Kasparov, quien no obstante logró sobreponerse a esta primera derrota y terminó quedándose con el match por 4 puntos a 2.
El campeón seguía imbatible; había defendido el potencial humano ante la máquina. Pero después de “Deep Blue” la tecnología ha avanzado muchísimo y los superordenadores han incrementado exponencialmente su capacidad de cálculo. Ya no tiene sentido enfrentarse contra semejantes titanes matemáticos.
Fuente: Hipertextual