
El 4 de enero de 2011 fallecía Tariq Tayyib Mohammed Bouazizi, más conocido como Mohammed Bouazizi, llamado “padre de la Revolución tunecina” y, posteriormente, de toda la franja norte de África, nombrado por algunos medios como: “el mártir que vino con la primavera”.
Fue un joven tunecino, vendedor ambulante, que se suicidó quemándose a lo bonzo públicamente en protesta por las condiciones económicas y el trato recibido por la Policía.
Su inmolación desató la revuelta popular de 2010 y 2011 que provocó la huida del dictador Zine El Abidine Ben Ali.
En 2011 recibió el premio Sájarov, junto a Asmaa Mahfouz, Ahmed al Zubair Ahmed al Sanusi, Razan Zaitouneh y Ali Farzat por su importante papel en la primavera árabe.
Bouazizi, que había desempeñado diversos trabajos desde que tenía diez años, inició la venta de frutas y verduras a tiempo completo en las calles de Sidi Bouzid para mantenerse a sí mismo y a su familia (su madre, Menobia, dos hermanos y cuatro hermanastros). El 17 de diciembre de 2010 la Policía confiscó su medio de subsistencia, al parecer debido a que Bouazizi no disponía de permiso de venta ambulante. Algunas fuentes indican que la fuerza lo abofeteó y maltrató de otras formas.
Ese mismo día, Bouazizi intentó presentar una queja ante las autoridades locales, al parecer sin resultados. Posteriormente adquirió una lata de pintura inflamable, se roció enfrente de un edificio público de la localidad y se prendió fuego.
Falleció el 4 de enero de 2011 y su muerte se considera el principal desencadenante de las protestas callejeras en todo el país y, posteriormente, en gran parte de la región, lo que a la postre se denominó (occidentalmente) como “Primavera Árabe”.





