SAN IGNACIO. En la jornada de ayer, trabajadores de las Ruinas Jesuíticas protagonizaron una medida de fuerza que consistió en la liberación durante todo el día de la entrada al predio, idéntica modalidad adoptada en el mes de julio por este mismo sector. La protesta se hizo en consonancia con el paro provincial decretado por la Asociación de Trabajadores de Estado (ATE) y en reclamo por el contexto de total precarización laboral que atraviesa el grueso de los empleados. Es que en el segundo destino turístico de la provincia, tal como lo reflejó PRIMERA EDICIÓN en un informe publicado ayer, las condiciones de trabajo son realmente lamentables. La mayoría trabaja bajo contratos “basura” que se renuevan cada seis meses, que pasan por alto los derechos laborales elementales. El reclamo también comprendió el pedido de restitución de las fuentes de trabajo de dos empleados despedidos por el subsecretario de Gestión Estratégica, Sergio Dobrusin, luego de los reclamos de julio.Los trabajadores de las reducciones jesuíticas estuvieron acompañados por pares y delegados de otras ciudades, entre ellas Posadas, Puerto Iguazú, Puerto Libertad, Apóstoles, Oberá, El Soberbio, San Pedro, San Vicente, 25 de Mayo, Azara y Concepción de la Sierra. Entrada gratisEl acceso a las ruinas fue tomado por los trabajadores promediando las 8, casi en coincidencia con el arribo del primer contingente de turistas, un ómnibus llegado desde Buenos Aires. A cada turista se le fue informando que no pagaría la entrada y se le explicó las razones del conflicto y las demandas concretas del sector.Así, a lo largo de la jornada cerca de un millar de turistas ingresó al predio de manera totalmente gratuita. Además, la protesta tuvo fuerte repercusión en medios radiales de toda la provincia, aunque ningún funcionario provincial se comunicó con los trabajadores para negociar. ReclamosLas demandas concretas, explicó el delegado Ramón Toledo, son “contratos de los monotributistas que sean firmados antes del 31 de diciembre. Reincorporación de los trabajadores despedidos; 4 mil pesos de sueldo más tickets del IPLyC por 1.000 pesos; también horas extras y tickets para todos los empleados y no de manera selectiva y discriminatoria como se viene haciendo; pase a planta permanente o contratos con relación de dependencia; la vigencia del decreto 683/89 para los monotributistas y la firma de un acta acuerdo con las autoridades rubricando todos estos puntos”.Asimismo, los trabajadores cuestionaron “el sistema de absoluto negreo y flexibilización que se viene dando en todas las reducciones jesuíticas, en todos los puntos turísticos y en toda la administración pública en general”.Denuncian además que “las ruinas no generan riqueza para nadie acá; los trabajadores no vemos esos recursos millonarios y la comuna tampoco ve un centavo. Nadie sabe qué se hace con los millones de pesos de entradas que se cobran”.





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