Con múltiples convocatorias, pero dos eventos centrales realizados en el Mercado Modelo “La Placita” y en la Bajada Vieja, se concretó ayer en la capital provincial el tradicional ritual de preparar y compartir el yopará, plato típico de la región, para ahuyentar a “Karaí Octubre”, el duende de la miseria que se hace presente en el inicio del mes.
Poroto, maíz, arroz, carne y verduras son la base de este plato que en la mayoría de los hogares se prepara con algún tipo de variante, pero que por sobre todas las cosas debe servirse en forma abundante para que cuando pase Karaí pueda constatar que esa familia trabajó y guardó para los meses que quedan del año y siga su camino, porque de lo contrario el “duende” se quedará allí, trayendo miseria.
Desde media mañana, el aroma del yopará invadió la zona de Roque Sáenz Peña entre San Martín y Sarmiento, porque en una de las plazoletas de La Placita, María Eva Duarte se encargó, por trigésimo año consecutivo, de elaborar este típico plato regional.
Apenas pasado el mediodía de una jornada muy cálida, que a esa hora registraba 36,8º C, los puesteros del Mercado Modelo y vecinos de Villa Blosset empezaron a desfilar con sus recipientes para llevarse al menos una porción del yopará de una olla humeante. “Soy propietaria del local 25 y para mí es todo un orgullo cocinar y compartir este plato con la gente. Es muy simbólico y tradicional para nosotros ahuyentar al Karaí, para terminar bien lo que resta del año”, explicó Duarte a PRIMERA EDICIÓN.
Además expresó que uno de los secretos de la receta es el tiempo que se le dedica a la preparación, por eso “comencé el domingo a la noche poniendo en remojo tanto el poroto como el maíz para que queden bien hidratados. El lunes empezamos con la cocción, durante gran parte del día y hoy (por ayer) terminamos de darle los últimos retoques para que quede delicioso”.
Duarte se jacta de que “la gente ya sabe que el 1º de octubre estamos acá frente al Mercado Modelo compartiendo el yopará y que no le vamos a fallar. Son más de cien porciones las que caben en esta olla que utilizamos y donde no queda nada al final del día. Hay quienes vienen y traen una olla para que les alcance para toda la semana y no le podemos negar”.
En su familia “lo vamos pasando de generación en generación. Siempre nos fue bien en los tres últimos meses del año, será tradición o costumbre, pero tenemos más trabajo, andamos bien de salud y no quiero averiguar qué pasará si no comemos el yopará”, sentenció entre risas.
Tres ollas y otras dos vegetarianas
Pasadas las 17 comenzó a armarse la fiesta en la Bajada Vieja, en torno al Paseo del Mensú, donde cientos de personas se acercaron a cumplir con la tradición reiniciada en los últimos años por el movimiento Slowfood Posadas y con Doña Pomposa Valdez como estandarte. Una treintena de mesitas de la Feria Consciente, con artesanías, jugos, comidas sanas y productos regionales dieron el marco al evento, que contó con actuaciones musicales y una representación alusiva al Karaí Octubre por parte de alumnos del Instituto Cooperativo de Educación (ICE).
Entretanto, Christian Krieger y Facundo Tenaschuk daban los últimos toques al yopará que venían cocinando desde las 7 de la mañana. Eran alrededor de 800 porciones en cinco ollas, tres de ellas con el preparado tradicional y otras dos vegetarianas. A las 20.30, los comensales empezaron a acomodarse, plato y cuchara en mano, para recibir su ración de preparado, que no tiene una receta fija y en el caso de la Bajada Vieja llevaba tres variedades de zapallo, dos de maíces, una legumbre, mandioca, puerro, apio, verdeo y ajo, además de cuero de cerdo, chorizo y carne, según detalló Tenaschuk.