Faltan dos semanas para que comience octubre y por eso los vecinos de la Bajada Vieja se preparan para espantar al “señor de la miseria”, más conocido como Karaí Octubre.
Según la creencia popular es un duende maléfico que sale todos los 1 de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida. Es decir, “un duende que evalúa si la gente trabajó durante el año y supo guardar para los meses de escasez”, resumió el antropólogo Cristian Krieger.
La forma de espantar al Karaí “es poder demostrar que uno tiene comida y la comparte”, detalló Krieger. En caso contrario, los castiga con miseria hasta fin de año y a los que tienen para convidar los premia con abundancia.
Y ¿cómo lo demostramos? En la Bajada Vieja tienen la fórmula: se trata de “la cocina comunitaria donde preparamos el típico yopará, una comida que se comparte con todas las personas el 1 de octubre”, precisó Doña Pomposa Amarilla de Valdez, organizadora y dueña del almacén de ramos generales Virgen de Itapé, ubicado en Reguera y Bajada Vieja.
El evento es abierto a todo el público, gratuito y se realiza con la colaboración de la sociedad. Además de la comida, se realiza un festival de música, espectáculos y juegos para niños. Y “desde hace un par de años hacemos una feria de artesanías y comidas. La idea es rescatar nuestra historia, que es lo principal y lo más hermoso que tiene un pueblo”, precisó Doña Pomposa.
Una fiesta popular
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el antropólogo Cristian Krieger puntualizó que se trata de un rito rural, cuyo origen es discutido, ya que algunos sostienen que proviene de Paraguay, mientras que otros aseguran que es de Corrientes.
El profesional aclaró que el Karaí Octubre se relaciona con los ciclos agrícolas: “Se trata de una costumbre comunitaria, un ritual que se hace al final del invierno cuando en las chacras escasean los alimentos. Pero además, se trata de una cuestión de saber organizarse con la producción para que sea abundante y se pueda compartir con los vecinos. Lo que busca el ritual es que el productor pueda demostrar que fue previsor y logró atravesar el invierno sin dificultad. Podría decirse que es un modo de demostrar prestigio, porque ha sido un buen agricultor, pero que también es solidario”.
En la Bajada Vieja, la convocatoria solidaria ya tiene seis años e inicialmente fue propuesta por el núcleo denominado Slow Food Posadas y los vecinos de aquel popular barrio, encabezados por Doña Pomposa.
“Slow Food de Posadas es un movimiento internacional y traducido quiere decir ‘comida lenta’, va en contraposición a la comida rápida. Lo que propone es retomar la costumbre a nivel barrial. Y se pidió la colaboración de Doña Pomposa porque conoce las tradiciones y es un referente comunitario que facilita la convocatoria”, manifestó el antropólogo, quien además se encarga de la preparación del yopará.
Con los años se fueron sumando otros actores: músicos y artistas, la Feria Consciente, el grupo de Iniciativa Joven de la Bajada Vieja “que son chicos que organizan ferias y actividades recreativas”, añadió Krieger.
La convocatoria es de tal magnitud que al encuentro asisten entre 500 y 700 personas. “Es difícil de contabilizar el número, pero se calcula por la cantidad de porciones que se sirven, casi mil el año pasado”, precisó Krieger.
Lo que hay que saber, detalla Pomposa Valdez, es que debemos asistir con un plato y cubiertos, pero “no permitimos que lleven ollas porque es para compartir en el lugar. Todos pueden comer en abundancia y repetir las veces que quieran”, aseguró.
¿Cómo logramos un buen yopará?
Doña Pomposa explicó que en nuestra zona se hace como una especie de guisado, “tiene que ser un buen caldazo”. Ella preferentemente no utiliza “carne con huesos, porque ocupa espacio en la olla y no se come casi nada”.
Entre los ingredientes enumera: una plancha de tapa de asado, la cual corta 100 gramos por cada plato, “va con choricitos también” y aclara que “no hacemos el yopará con mondongo ni con tripa”. Pero lo que no debe faltar es el locro y el maíz pisado, “puede ser blanco o amarillo. El poroto chico le da un sabor exquisito. Lo deja espeso”, agrega. Y es necesario que lleve muchas verduras: zapallo, zanahoria, apio, cebollita, perejil”.
“Se hace con lo que hay y lo que no hay, no hace falta”, explicó con humor el antropólogo Cristian Krieger, quien conoce los trucos para elaborar un rico yopará. Y por eso agregó: “Otra cosa característica típica es que al final de la cocción se agrega queso fresco y eso le da un sabor particular”.
Todos contra el Karaí
La celebración del 1 de octubre es de acceso libre a la comida: uno puede servirse la cantidad que quiera. Entonces, ¿cómo hacen para solventar los gastos? Doña Pomposa explicó que se piden donaciones, una de las actividades que ya comenzaron para la edición de este año.
La otra forma de sostener el Karaí Octubre “es pasar, durante el festival, una gorra o una alcancía donde cada uno colabora anónimamente y dentro de sus posibilidades; si no tienen, igual pueden comer. Es una forma solidaria y equitativa de poder ayudarnos en lo financiero”, comentó Krieger. Y agregó: “También pueden colaborar, durante la tarde, a picar las verduras”.
Para más información, comunicarse al teléfono de Doña Pomposa: 4427475 de Posadas.