Bajo el lema “Compartir transforma vidas”, este fin de semana del 8 y el 9 de junio se realizará la colecta anual de Cáritas Argentina. Así, todas las ofrendas que se realicen en las misas en todo el país tendrán como único destino solventar las tareas solidarias que lleva adelante la institución.
No obstante, “si una persona no fue a misa el fin de semana, puede acercar su contribución en otro momento a la parroquia más cercana o a la sede de Cáritas Diocesana Posadas (Félix de Azara entre Sarmiento y San Martín). Incluso una persona que por ahí profesa otra fe y quiere compartir con los que más necesitan también lo pueden hacer” según aclaró su vicepresidente, Alberto Barros.
En entrevista con FM 89.3 Santa María de las Misiones, el sacerdote explicó que “cada comunidad divide lo recaudado en tres partes: un tercio queda para las actividades solidarias de cada parroquia, otro tercio se envía a Cáritas Diocesana -en este caso a Cáritas Posadas- y otro tercio a Cáritas nacional, para los proyectos solidarios que tiene en algunos puntos del país”.
Y detalló que lo recaudado “puede ser utilizado, según la realidad de cada lugar, para comprar alimentos, sostener comedores, para programas de salud como comprar medicamentos, para la construcción de viviendas sociales, para programas educativos como apoyo escolar, para sostener microemprendimientos… Por ejemplo, en Cáritas Diocesana Posadas lo invertimos en reforzar el tema viviendas sociales y también ahora en sostener todos los programas de prevención y rehabilitación de adicciones, que nos parece una prioridad”.
En cuanto al difícil momento económico en el país, Barros apuntó que “hay núcleos duros de pobreza que vienen perpetuándose hace muchísimo tiempo y nunca terminamos de erradicarlos, sino que se van complicando cada vez más; y por otro lado, la situación actual ha generado que gente que estaba en un borde, de una clase media sencilla, ahora empieza a entrar también en situaciones de pobreza”.
“La solución de fondo sólo será posible desde un gran acuerdo de toda la dirigencia política, social y empresarial, pero nos cuesta muchísimo encontrarnos en el diálogo para tener proyectos comunes, siempre estamos con las peleas internas y los intereses particulares. Por suerte, nuestra gente tiene sensibilidad frente al que sufre y, más allá de las estrecheces económicas, siempre comparte lo que cada uno puede. Sabemos que con estos gestos obviamente no solucionamos el problema, pero son paliativos que ayudan”, sentenció el sacerdote.