Desde el próximo martes se llevará a cabo el juicio oral y público por el siniestro vial que se cobró la vida de cuatro personas, tras el vuelco de un colectivo de media distancia en la denominada “curva del tacuaral” de la ruta provincial 201, en Concepción de la Sierra.
En el banquillo se sentará el chofer de ese ómnibus, Víctor Alejandro Zarski (41), quien deberá responder por el delito de “homicidio culposo, cuatro hechos”, por el que enfrenta una pena que va desde los 2 a los 5 años de cárcel, según pudo saber PRIMERA EDICIÓN.
El acusado, oriundo de Apóstoles, estuvo detenido varios días en razón de que presuntamente circulaba una velocidad más alta que la permitida. Llega en libertad al juicio.
Como presidente del tribunal unipersonal estará el titular del Juzgado Correccional y de Menores 2 de Posadas, César Jiménez, mientras que el Ministerio Público estará representado por la fiscal María Laura Álvarez.
El episodio fatal tuvo lugar alrededor de las 6.30 del miércoles 7 de noviembre de 2012 sobre el kilómetro 20 de la ruta provincial 201, a unos siete kilómetros de Apóstoles. El micro de la empresa Águila Viajes había partido minutos antes de Concepción de la Sierra y tenía como destino a Posadas.
Por razones que se investigan, en determinado momento el rodado se salió de control, despistó y volcó. El resultado fue nefasto: cuatro pasajeros perdieron la vida, mientras que otros ocho sufrieron lesiones de distinta consideración, entre ellos, un joven que debió ser amputado. Las víctimas fatales fueron identificadas como Mario Barrozo (78), Armando Gómez (65), Marcia Elizabeth Ríos (22) y Viviana Yamila Dlutowski (21).
Justamente, el padre de esa última joven habló ayer con Radio News 89.5 de Posadas y pidió justicia tanto por su hija como por los otros pasajeros que resultaron víctimas del hecho.
“El tiempo pasa pero el dolor no. Esperemos que se haga justicia por este caso. El perito dijo que el colectivo entró a 110 kilómetros por hora a la curva, cuando tenía que entrar a 40. El micro tenía las gomas lisas, no tenía frenos de un lado, ni tacómetro ni velocímetro”, aseguró Oscar Dlutowski a la mencionada emisora radial.
El hombre relató que un año y medio después perdió a otro hijo, de 19 años, en otro siniestro vial. “Vendí la camioneta de mi hijo y con ese dinero construí un aula para una escuela de Azara. En 2016 me enteré que el director de esa escuela puso como presidente de la comisión al hombre que mató a mi hija. Parece una burla”, dijo.
Sobre su hija, Dlutowski recordó que dos días antes del hecho le había comentado por mensajes que había pasado al tercer año de Profesorado en Portugués. “Espero que se haga justicia. La empresa nunca me llamó. Da bronca porque a los tres meses ese mismo colectivo siguió yendo a Azara como si nada hubiese pasado”, sentenció.