
La tragedia familiar que conmueve a propios y extraños en el Alto Paraná misionero terminó de confirmarse ayer, una vez que el autor del disparo que le costó la vida a Federico Manuel Segovia (20) confesó ante la Justicia que gatilló, aunque ratificó que lo hizo de manera involuntaria y para defender al joven que finalmente murió.
Se trata del propio sobrino de la víctima, también de 20 años, quien ayer rompió el silencio y, visiblemente shockeado, confirmó la línea de los investigadores, que apunta a que se trató de un hecho de índole accidental. Entre lágrimas, el joven relató su versión de los hechos ante el magistrado Roberto Horacio Saldaña, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado y al frente de la pesquisa.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, el muchacho brindó un relato detallado de lo sucedido hace exactamente una semana en el barrio Eldorado V. Aseguró que en pleno pleito con un grupo antagónico, notó que esos jóvenes estaban a punto de atacar a Segovia, su tío, y que para evitar que lo hicieron resolvió tomar el revólver calibre 22 que poseía y realizar disparos intimidatorios.
El joven confesó que no maneja armas. Y eso fue determinante. Sucede que, fuera de control, uno de esos disparos impactó en la nuca de su propio familiar, quien acto seguido se tomó la cabeza y luego se desvaneció en medio del asfalto. Tras permanecer internado durante varios días, finalmente falleció en el Hospital Madariaga de Posadas, el último lunes por la mañana.
Por lo pronto, más allá de las circunstancias, lo cierto es que hubo una víctima fatal y un autor del disparo. En esa lógica es que el juez Saldaña resolvió imputar de manera provisoria al joven por el delito de “homicidio simple”. Sin embargo, las fuentes agregaron que esa carátula podría modificarse en los próximos días, una vez que las pericias cuyos resultados aún restan y el resto de pruebas se sumen a la causa.
Al respecto, especialistas en leyes apuntan a que la situación del sobrino se aliviaría en el futuro y podría terminar involucrado en una causa por “homicidio culposo”, en razón de la negligencia o impericia con la que actuó a la hora de intentar defender a la víctima fatal.
Por lo pronto, lo cierto es que ese joven permanece tras las rejas junto al segundo detenido, un muchacho que también se encontraba con la víctima al momento de los hechos y quien, tras el balazo fatal, habría tomado el arma y disparado al aire para evitar un desenlace aún peor. Así lo declaró el último miércoles ante el propio Saldaña.
En tanto, los abogados defensores de los dos involucrados ya presentaron sendos pedidos de excarcelación, que se encuentran en trámite y podrían resolverse en las próximas horas.
El hecho en cuestión tuvo lugar alrededor de las 4.15 del viernes 29 de septiembre sobre la calle Vilcapugio de Eldorado, aunque fue el desenlace de una historia que se inició unas dos horas antes en un local del centro de la localidad.
En ese último lugar, alrededor de las 2, un joven aparentemente se cruzó con otro que bebía junto a su exnovia. Se inició entonces una discusión y el agresor escapó en un VW Gol que sería de Segovia.
El agredido recibió atención médica en el Hospital SAMIC y, al salir de allí, inició una suerte de “cacería” de los autores. Así fue como se habría cruzado y dañado el vehículo de la víctima fatal.
Los detectives de la UR-III creen que, entonces, Segovia y los dos detenidos se subieron a una Ford Ecosport. En ese vehículo circulaban por el barrio Eldorado V cuando se cruzaron con dos “motoqueros” que aparentemente buscaban el VW Gol para continuar con los daños.
Segovia, su sobrino y el tercer muchacho se bajaron tras recibir agresiones por parte de los jóvenes que iban en moto. Entonces se produjo una escaramuza que acabó de la peor manera.





