BUENOS AIRES (NA). El primer paro nacional de la era kirchnerista se sintió con fuerza en gran parte del país, fortalecido por piquetes en rutas y accesos, y fue considerado un “éxito” por las organizaciones sindicales convocantes, que amenazaron con nuevas medidas de fuerza.Desde la madrugada se inició el cese de actividades en diversas ramas sindicales enroladas en la CGT y CTA opositoras, aunque la convocatoria se sintió fuerte en el transporte público y generó desde temprano serios problemas para la concurrencia al trabajo en tanto en la zona metropolitana como en el interior.En la zona metropolitana no hubo bancos, actividad judicial y en puertos, distribución, recolección de residuos, carga de combustible ni vuelos de cabotaje, mientras que sólo funcionó la línea Belgrano Norte con un servicio reducido y los subtes circularon con demoras, a excepción de la línea B, que directamente no se puso en marcha en la jornada.A ello se sumaron cortes de tránsito en lugares claves para el acceso a la Capital Federal: en la colectora de la Autopista Panamericana en el kilómetro 35, a la altura del Puente Henry Ford, en la ruta 3 a la altura del kilómetro 21, en el Puente Pueyrredón, en el cruce de Corrientes y Callao y sobre la 9 de Julio en torno al Obelisco, entre otros, que arrancaron en las primeras horas de la mañana y se levantaron después del mediodía.La primera huelga general desde que el kirchnerismo llegó al poder en 2003 se produjo a partir de un acuerdo que Moyano cerró no sólo con el bastión disidente de la CTA de Micheli, sino también con la CGT Azul y Blanca, que encabeza Luis Barrionuevo, uno de los grandes adversarios que tuvo el jefe camionero durante los últimos cuatro años, mientras que también adhirieron la Federación Agraria y las agrupaciones Corriente Clasista Combativa y Barrios de Pie, entre otras.Acusaciones por destrozosEl Gobierno y comerciantes y gremialistas cercanos al oficialismo denunciaron que hubo “destrozos” e intimidaciones por parte de algunos de los gremios que adhirieron al paro, pero los convocantes de la protesta se desvincularon de los incidentes.Durante la mañana, comerciantes del centro porteño denunciaron ante las cámaras de televisión que fueron presionados durante la mañana por un grupo de manifestantes para cerrar sus locales y que en algunos casos, los responsables llevaban remeras que decían “Sindicato Gastronómico” que lidera Luis Barrionuevo.Según señalaron los comerciantes a la prensa, los incidentes se produjeron alrededor de las 9, cuando un grupo de veinte personas a bordo de un micro se dirigió a varios locales de la tradicional avenida Rivadavia para exigir a los principales locales de comidas que bajaran las persianas, produciendo en algunos casos roturas de vidrieras, mesas y sillas.En este contexto, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, responsabilizó por los incidentes denunciados a “un grupo de delincuentes” a los que vinculó con el gremio que conduce Barrionuevo.Sin embargo, el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, afirmó que “una señora llamó a la CGT y dijo que conocía a los chicos” que tiraban piedras a los colectivos en el conurbano y que “trabajaban para el vicegobernador (Gabriel) Mariotto”.100% de acatamiento en puertosRecibidores de granos paralizaron las actividades granarias en acopios y puertos del país en adhesión al paro general convocado por las centrales sindicales opositoras y salieron al cruce de una multinacional que intentó sin éxito interrumpir la huelga en Bahía Blanca.El titular del gremio URGARA que los agrupa, Alfredo Palacio, consideró que el “acatamiento fue del ciento por ciento en las actividades de puertos y acopios e todo el país”. “Se afectó desde anoche a los embarques de cereales de todos los puertos nacionales donde se despachan buques al exterior paralizando en consecuencia el comercio exterior nacional”, precisó.“En el interior fue altísimo”El titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, evaluó que el paro dispuesto por la CGT Azopardo y la CTA disidente tenía un acatamiento “altísimo en el interior del país”.En ese sentido, Buzzi destacó que como consecuencia de las medidas de fuerza “prácticamente no hay movimiento de transportes de cargas”.En declaraciones periodísticas, el dirigente rural admitió que la intención del paro es “dar esta demostración de fuerza y habilitar mesas que permitan discusión y solucionar los problemas de los chacareros”.“Somos uno de los sectores más agredidos por estas políticas; esperamos que cambie esta lógica de confrontación del Gobierno”, concluyó.Sin diarios, nafta, bancos…El gremio de canillitas (SIVENDIA) informó que la mayoría de los puestos de venta de diarios y revistas permanecerían cerrados ante la ausencia de distribución de los productos. Por el paro también estaban cerrados los bancos para la atención al público. Muchos cajeros automáticos se encontraban fuera de servicio y no entregaban dinero. La distribución de combustible es otra de las ramas del gremio que lidera Hugo Moyano que se sumó a la medida de fuerza por 24 horas. No se distribuyó combustible. Además, algunas estaciones de servicios estaban cerradas para expender nafta y gasoil. Los Tribunales estaban abiertos pero sin personal. Los empleados judiciales, liderados por Julio Piumato no cumplieron tareas.





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