POSADAS. Se sintieron utilizados políticamente por un ministro de Closs. El sueño de la vivienda propia y del trabajo desapareció en pocos meses y ninguno de los funcionarios que tantas promesas hicieron en campaña electoral, aparecen para dar una respuesta que deje de ser una mentira.Ayer, los ex trabajadores del programa “Sueños Compartidos” volvieron a reunirse en la plaza 9 de Julio, a la espera de ser atendidos por el jefe de Gabinete del gobernador, Ricardo “Pelito” Escobar. Pero una vez más ello no sucedió y ahora preparan un encuentro entre todos los que quedaron afuera del sistema de construcción de viviendas de Madres de Plaza de Mayo y el Gobierno misionero.En el medio de su desamparo laboral, hay una historia marcada por los desmanejos y la campaña electoral de 2011. El Estado nacional remitía, a través de la Subsecretaría de Viviendas, en forma mensual, cientos de millones de pesos a las provincias donde se ejecutaba el programa. Hasta que la denuncia contra Sergio Schoklender y la Fundación Madres terminó por desnudar supuestas irregularidades que provocaron cambios. En Misiones, el programa, que estaba en manos de Escobar, pasó por orden de Closs al Iprodha, ente que otorgó la finalización de las 156 viviendas en el paraje San Isidro de Posadas a la empresa Forestal La Rama. Decenas de contratados políticos del gobierno renovador fueron sometidos a pruebas médicas que muchos no lograron pasar. Fueron los primeros excluidos. Ahora, según denuncian, la casi totalidad de empleados originales del “Sueños Compartidos” está sin trabajo y reclamando una deuda salarial de la que nadie se hace cargo.“Cooperativa Yaguareté”Rumildo Antunez, uno de los ex obreros del “Sueños Compartidos”, contó a PRIMERA EDICIÓN que “Seis meses nos pagaron desde una cooperativa y después no nos pagaron más. Hace cuatro meses que no recibimos ningún pago”. Ninguno de los obreros sabe quién dirige la cooperativa, su sede. Sólo vieron los recibos de pago por unos meses. “Cuando nos manifestamos la última vez fue que nos llevó una persona que trabaja con él al Ministerio de Trabajo para firmar ese papel y así nos prometió que durante los cuatro años de mandato de él nos iban a dar $1.400 por mes de la cooperativa Yaguareté de los que nos sacaban $35 cada vez que cobrábamos, porque sino no podíamos hacerlo. Tenemos los recibos y boletas. No sabemos quién la preside. No sabemos quiénes son. Nos dijeron que primero nos iba a pagar el Iprodha, después la cooperativa. Pero nos viven mintiendo”, dijo Antunez consultado respecto de la cooperativa que integraron meses atrás.Antunez añadió: “No tenemos más trabajo. Ni nos quieren reconocer las indemnizaciones. A mí me deben según los cálculos que sacaron en la UOCRA unos $6.800, pero no nos quieren pagar. Escobar salió a decir que somos tres o cuatro gatos locos que queremos hacer problema pero que no tenemos nada que reclamar. Pero resulta que somos 141 los que quedamos sin trabajo. Ahora nos estamos juntando. Alguno tuvo trabajo de La Rama, pero uno a uno los fue largando a los compañeros. Pero Escobar nos había dicho que nadie se iba a quedar sin trabajo”.Tampoco la vivienda del programaSegún Antunez, la promesa del gobierno de Closs fue que cada obrero sin techo propio, recibiría una vivienda propia en la que ayudaba en su construcción. Sin embargo, cuando se inauguraron las primeras cincuenta viviendas en pleno escándalo nacional por el programa “Sueños Compartidos”, fueron pocos los beneficiados.El ex obrero dijo que “Sandra Galeano y Elba Carvallo que manejan el área social (en el ministerio de Escobar), censaron y metieron gente que no tiene nada que ver en las primeras cincuenta viviendas. Las casas eran para nosotros porque el programa era para los obreros. Pero nos discriminaron y les dieron las casas a los que ellos querían. El programa firmado por el Gobernador y la entonces vicegobernadora Sandra Giménez (los papeles están en el Ministerio de Trabajo) dice eso: que los trabajadores teníamos derecho a una vivienda por familia, pero muchos no tienen donde vivir”, reveló Antunez.“Todos tenemos carga de familia, a veces hay changas y a veces no”, lamentó el albañil al ser consultado sobre cómo se las arreglan para lograr pasar cada mes sin trabajo. “Nos llevaban a cuanto acto había”Rumildo Antunez, vocero de los ex obreros del programa de Madres de Plaza de Mayo y el Estado provincial, aseguró que se sintieron usados políticamente por Escobar y el gobierno renovador.“Tenemos todo firmado, papeles, comprobantes que nos hacía hacer la campaña. Nos llevaba con casco mugrientos a cuanto acto de campaña había, teníamos que estar porque sino nos largaban. Nosotros trabajábamos para ellos, nos usó. Ahora ya no somos gente de ellos. Ahora nos discriminó y nos sentimos defraudados. Hay padres de familia con muchos hijos y no saben más que hacer”, contó entre bronca y dolor el albañil en su reclamo a los medios por falta de respuesta de “Pelito” Escobar.





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