POSADAS. En una sesión realizada a fines de octubre, cuatro integrantes de la planta de trabajadores contratados de las Ruinas de San Ignacio se hicieron presentes en el recinto del Concejo Deliberante, de la mencionada localidad, para hacer conocer a los ediles que la Administración del Fondo Jesuítico Guaraní “ha determinado la cesantía en sus contratos a dos trabajadores con una antigüedad de dos y seis años respectivamente”, informó el edil Ernesto César Gómez.“La ley que los rige es clara en determinar que después del primer año de contrato, el vínculo laboral debe ser de relación de dependencia, garantizando la estabilidad laboral”, indicó Gómez.Según el concejal, los delegados de trabajadores habrían manifestado que los ceses de contratos “serían a modo de escarmiento a fin de que cesen las afiliaciones al gremio ATE a través del cual canalizan los reclamos de salario justo y estabilidad laboral. Esto no sería del agrado del administrador del Monumento Histórico, arquitecto Sergio Dobrusin. Además sostuvieron que fueron apretados para que se desafiliaran y depusieran su actitud de beligerancia”, reveló el concejal opositor.“La comunidad de San Ignacio quiere y necesita saber el destino dado al 45% de los fondos recaudados por acceso a Ruinas que legítimamente corresponden al municipio”, reclamó.





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