GARUPÁ. Una joven pareja fue detenida por orden de la Justicia bajo sospechas de provocarle graves lesiones a su hija de apenas un año y nueve meses, a quien presuntamente le tapaban la boca para que no llore y hasta vistieron con una polera para ocultar los signos de la inentendible violencia.“Tenía moretones en todo el cuerpo, es difícil de explicar, pero más difícil resulta entender qué padres son capaces de hacerle esto a su propia hija”, le contó a PRIMERA EDICIÓN una fuente policial que trabajaba hasta anoche en la investigación del caso.El padre, de 21 años, y la madre, de 19, fueron detenidos y en las próximas horas deberán comparecer ante el magistrado José Alberto López, al frente del Juzgado de Instrucción 7 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas.Infancia robadaEl caso trascendió después de que la abuela de la víctima se percatara una vez más sobre lo que ocurría, pero esta vez el grado de violencia y la solidez de sus sospechas obligaron a denunciarlo.Según relató la mujer ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X, hace tres años su hija mantuvo una relación de concubinato con un muchacho. De esa relación nació la pequeña, actualmente de un año y nueve meses de vida, si es que ese término se aplica al calvario que sufrió la menor prácticamente desde que nació.Problemas en la convivencia llevaron a la ruptura de la pareja en momentos en que la joven gestaba varios meses de embarazo. Así fue como la madre se fue a vivir con la abuela de la criatura.Sin embargo, la relación nunca se terminó del todo y hace unos cuatro meses los jóvenes decidieron volver a la convivencia. Primero lo hicieron en Posadas y luego en el barrio Santa Clara II, en Garupá.Fue en ese lugar donde se desató lo peor de la pesadilla para la niña, según contó la denunciante. Al parecer, la menor de edad era agredida constantemente a “cintarazos” por el joven padre, quien además aparentemente le tapaba la boca para no escucharla llorar.El salvajismo contra una nena indefensa llegaba a su punto máximo cuando la misma, quizás presa del miedo o del dolor, no lograba controlar esfínteres y se orinaba. Entonces, lejos de cualquier explicación posible, el padre la sometía a violentos tormentos que duraban largos minutos. Una verdadera pesadilla, pero hecha realidad.Fue en la tarde del último jueves que la abuela visitó a su nieta y encontró extraño que, pese al calor, la pequeña vestía una polera. Cuando se la sacó, descubrió las marcas del horror: moretones, hematomas y rasguños cubrían todo el cuerpo.Sin tiempo que perder, se acercó a la Comisaría de la Mujer de la UR-X y radicó la denuncia. El examen médico fue contundente y llegó a manos del magistrado José Alberto López, quien ordenó la detención inmediata de los progenitores en averiguación del hecho.Horas más tarde, efectivos de Investigaciones de la Unidad Regional X procedieron a materializar la orden judicial en el barrio Santa Clara II de Garupá. Ante esta situación, desde la Justicia se ordenó que la menor quede bajo el cuidado de su abuela hasta que se resuelva la situación de los padres.En las próximas horas ambos serían llamados a declarar ante el juez para conocer en detalle su versión de los hechos.





Discussion about this post