POSADAS. El 17 de octubre de 1945 se produce una gran manifestación de trabajadores argentinos impulsada por algunos dirigentes gremiales que exigía la liberación del ex presidente Juan Domingo Perón, que se encontraba preso en la isla Martín García.Ese día, la policía levantó los puentes sobre el Riachuelo, que son el paso obligado hacia la Capital para quienes provenían de la zona sur, Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berisso, y otros. Algunos manifestantes cruzaron a nado o en balsas hasta que, más tarde, los puentes fueron bajados. La policía, claramente favorable a Perón, no obstaculizó la marcha e incluso algunos de sus integrantes intercambiaron expresiones de simpatía con los manifestantes, cuyas consignas nada tenían que ver con el reclamo de la CGT sino que expresaban su apoyo a Perón y la exigencia de su liberación. Es por esto que el 17 de octubre es considerado como “el día de nacimiento del peronismo” y uno de sus máximos símbolos, así como uno de los momentos más importantes de la historia del movimiento obrero argentino, también es llamado el Día de la Lealtad Peronista.Actualmente la fecha ya no es un feriado y quizá poco se sabe sobre todo lo ocurrido para desencadenar el suceso.A igual que con otras fechas incluidas de las efemérides argentinas, una mesa temática, exclusiva para PRIMERA EDICIÓN conformada por alumnos de Historia de la Facultad de Humanidades de la UNaM, fue propicia para interpretar algunos conceptos sobre la fecha. A continuación algunas de las conclusiones. “ La República Argentina, que se había mantenido neutral durante gran parte del desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, cambia tras la entrada de Estados Unidos que comenzó a presionar a los países Latinoamericanos para hacer lo mismo. En este contexto se produce el golpe del GOU, grupos de oficiales unidos que derrocan al presidente Ramón Castillo, el golpe estuvo encabezado por los generales Arturo Rawson y Pedro Pablo Ramírez”, explicó el alumno de quinto año Omar Ferreira, para quien “luego del golpe el coronel Juan Domingo Perón se fue convirtiendo en el hombre fuerte del gobierno al ejercer simultáneamente los cargos de vicepresidente de la nación, secretario de Guerra y secretario de Trabajo y Previsión. Su accionar fue generando resistencia y el 8 de octubre de 1945 renunció a todos sus cargos”. “Perón le pidió a su amigo el Presidente que lo autorizara a despedirse públicamente usando la red de radiodifusión para transmitir su discurso en un acto improvisado ante la Secretaría de Trabajo, en el cual, lejos de despedirse, instó a los trabajadores a defender las conquistas sociales otorgadas y anunció otras nuevas, como el salario mínimo, vital y básico, pero haciendo notar que dichas medidas no se encontraban firmes aún. El sector de las fuerzas armadas que se oponía a Perón tomó la maniobra como un desafío y obligó a Farrell para que dispusiera su arresto, que se hizo efectivo primero en la isla Martín García y luego en el Hospital Militar. Pero el 17 de octubre de 1945 se produce una gran manifestación de trabajadores impulsada por algunos dirigentes gremiales que exigía la liberación de Perón”, relató. El día claveEse 17 de octubre fue un día caluroso en extremo. El estudiante de Historia Omar Ferreira explicó que “la policía levantó los puentes sobre el Riachuelo que son el paso obligado hacia la Capital para quienes provenían de la zona sur Avellaneda, Lanús, Quilmes, Berisso, etc. Algunos manifestantes cruzaron a nado o en balsas hasta que, más tarde, los puentes fueron bajados. La policía, claramente favorable a Perón, no obstaculizó la marcha e incluso algunos de sus integrantes intercambiaron expresiones de simpatía con los manifestantes, cuyas consignas nada tenían que ver con el reclamo de la CGT sino que expresaban su apoyo a Perón y la exigencia de su liberación”. Otra visión interesante sobre el Día de Lealtad Peronista fue ofrecida por el alumno de segundo año, Fabricio Ariel Ayala, para quien “el 17 de octubre de 1945, Plaza de Mayo fue el escenario de una inmensa demostración de afecto y representación hacia una sola persona, en la cual las clases trabajadoras “más que aun representante político, vieron un compañero, que compartió sus necesidades, los asistió y defendió sus intereses. Estos intereses, son ni más ni menos que los derechos del trabajador”.“Multitudes de personas, de todas las edades, salieron con un solo objetivo: Liberar a Perón. El 17 de octubre no solo representa la manifestación de un pueblo, que para nada fue por presiones, o solventados para que concurriesen. La gente se manifestó allí desde las 9 hasta las 23 por convicción propia, aferrada al sentimiento de defender sus ideales”, sostuvo.Para el alumno Enzo Tello “el 17 de octubre marca un antes y un después en la historia argentina y se encuentra vigente hasta nuestros días. Para algunos es la fecha que marca el inicio de uno de los pocos movimientos populares del país, el peronismo (el otro es el radicalismo yrigoyenista). Desde mi punto de vista, el 17 no fue la fecha que nace el peronismo, sino que lo que se vivió en esa jornada fue consecuencia de algunas políticas a favor de los trabajadores impulsadas por el entonces coronel Juan Domingo Perón desde la Secretaría de Trabajo (aguinaldo, vacaciones pagas, jornadas de ocho horas, estatuto del peón rural). Ese día las masas populares, los trabajadores, los descamisados, salieron a la calle a reclamar por la persona que en los años siguientes se convertiría en el líder de los trabajadores, que en ese momento se encontraba detenido en la isla Martín García, por presión de los sectores oligárquicos. Para estos sectores de trabajadores que no encontraban representación en los partidos tradicionales, pues, los partidos socialista y comunista no tenían políticas comprometidas con la realidad social, sino, políticas que tenían que ver con las realidades externas, y un partido radical que se encontraba en transición, pues acaba de fallecer su caudillo don Hipólito Yrigoyen, y la línea que había adoptado no era la misma. “En mi opinión personal”, prosiguió, “el 17 de octubre, muestra como los sectores que estaban olvidados se pusieron en marcha pidiendo un espacio, pidiendo participación, con la madurez y convicción necesaria”. El rol de Eva DuarteUn enfoque interesante brind&am
p;oacute; la estudiante Gisela Mikulic, para quien “el peronismo como movimiento, es el más transformador de la historia argentina, encuentra su representación en tres figuras, la de Perón, la de Evita y la del pueblo. Perón y Evita, dos figuras complementadas, a veces contrapuestas, se configuran como los depositarios del abanico de valores que encarna el peronismo. El 17 de octubre de 1945, la “Evita de los descamisados” floreció en la lucha que venía encarnando hacia años.Para Mikulic “son abundantes los testimonios que demuestran que Evita realizó una tarea decisiva en la movilización de los trabajadores que ocuparon Plaza de Mayo y por lo tanto, desde ese entonces, su actuación fue crucial en la historia del peronismo. Si bien el movimiento de masas que liberó a Perón fue auto-convocado y espontaneo, contó con el apoyo de los sindicatos en todo el país y la CGT. Evita fue quien impulsó ese apoyo desempeñando un rol político protagónico”.





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