POSADAS. Un fletero de 37 años identificado como José Javier Bustamante fue condenado a ocho años de prisión efectiva después de firmar un juicio abreviado en el que confesó haber ultimado de un puntazo en el corazón a un vecino, en San Javier, por motivos hasta ahora poco claros.El debate debía comenzar ayer en la sala de audiencias del Tribunal Penal 1 de Posadas bajo la atenta mirada de los magistrados Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel De Jesús Cardozo. Sin embargo, cuando todo estaba listo, la defensa solicitó a la fiscal Liliana Picazo un acuerdo de partes a través de un juicio abreviado.De esta manera, Bustamante confesó haber ultimado a Arsenio Rodríguez (50) en la tarde del 5 de octubre de 2008 en el barrio Tironi, cerca del cementerio de San Javier.Al parecer, víctima y victimario previamente habían compartido espacios en una quermés que se llevó a cabo en la Escuela Santa Irene, a pocos kilómetros de la escena del crimen.Un ajuste de cuentas por contrabando de mercadería a Brasil o una cuestión relacionada con un triángulo amoroso fueron las principales hipótesis que desde siempre rodearon a la investigación.De una u otra manera, durante la instrucción quedó probado que alrededor de las 19.30 de ese día, Bustamante se presentó junto a un conocido en el quiosco propiedad del suegro de Rodríguez, donde la víctima vivía junto a su pareja.Con la excusa de comprar cervezas, el condenado detuvo su Ford Ranger que respondía al número de remís 540 en el lugar y se bajó. Al entrar al lugar, en portuñol, arremetió contra la víctima: “Así te quería agarrar, ahora te voy a matar”.Según el testimonio de testigos, fue entonces que Bustamante extrajo un cuchillo y se lo clavó en el corazón a Rodríguez, provocándole una herida que minutos después le costaría la vida. Sin embargo, con el último aliento la víctima alcanzó a tomar un revólver 32 de su propiedad y disparó contra su agresor, quien sufrió heridas leves en el brazo izquierdo.Consumado el hecho, Bustamante y su cómplice escaparon hacia el monte, aunque alrededor de las 20.30 el homicida fue apresado por la Policía. Su compañero, en tanto, se entregó al día siguiente en la comisaría local.Después de ser procesado y de permanecer en libertad a la espera del debate, ayer finalmente el acusado decidió confesar el hecho y firmar un acuerdo con el Ministerio Público Fiscal por ocho años de prisión efectiva, que cumplirá en la Unidad Penal II de Oberá. Un trámite “express”Uno de los objetivos que debe perseguir la Justicia es el de agilizar los trámites y acortar los tiempos, tanto para los angustiados familiares como para los acusados.Ayer, por ejemplo, en el Tribunal Penal 1 de Posadas se llegó a esa meta. Es que cuando estaba previsto el debate, sorpresivamente la defensa solicitó ante la fiscalía la realización de un juicio abreviado.Sin perder el tiempo, las partes se sentaron y acordaron la pena -en este caso de ocho años- que fue homologada en “tiempo récord” por los magistrados Martín Errecaborde, Eduardo D’Orsaneo y Ángel De Jesús Cardozo.Así, el condenado partió cerca del mediodía hacia Oberá, donde cumplirá la condena.





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