APÓSTOLES. Como si el testimonio del propio compañero de la víctima no fuera suficiente, en sede judicial el delincuente acusado de matar de una puñalada al suboficial mayor Ramón Lencina confesó la autoría del hecho ante la Justicia, en un episodio que parece haber quedado resuelto.Así lo informaron en las últimas horas a PRIMERA EDICIÓN fuentes cercanas a la investigación del hecho, quienes aseguraron que “Demonio” contó cómo sucedieron los hechos durante la trágica mañana del 3 de octubre, cuando se resistió a ser apresado después de cometer un robo en San Carlos (Corrientes) y escapar hacia San José.Con el testimonio del imputado y los relatos que en las próximas horas contarán los testigos al magistrado Miguel Ángel Faría, a cargo del Juzgado de Instrucción 4 de Apóstoles, todo parece estar listo para un rápido procesamiento.Autor confesoLa historia comenzó temprano aquel día, cuando el dueño de una ferretería de la localidad correntina denunció que dos delincuentes lo habían asaltado. Aprovechando la cercanía con el límite interprovincial, los efectivos de la Policía de Corrientes llegaron a la conclusión de que el dúo delictivo se había fugado hacia Misiones. Enseguida dieron aviso a sus pares de la Unidad Regional VII, con asiento en Apóstoles, y solicitaron apoyo para la captura.Según le contó la familia de Lencina a este medio en una entrevista exclusiva, el policía estaba de franco cuando desde la comisaría de San José le avisaron que debía presentarse para colaborar con la búsqueda de los malhechores.Las sospechas de los investigadores apuntaron hacia el barrio Malvinas de esa localidad, donde testigos aseguraron haber visto a dos sospechosos deambulando.Bajo autorización judicial, Lencina y otro compañero -ambos de civil- partieron hacia el lugar listos para la detención de los ladrones, un procedimiento que parecía ser uno más en la vida del experimentado uniformado.Alrededor de las 14, la pareja de efectivos logró interceptar a los malvivientes en la esquina de Andrés Guacurarí y Queirel. Luego de una corta persecución, los policías alcanzaron a los ladrones, pero estos se resistieron. Cuando Lencina esposaba a “Demonio”, este extrajo un cuchillo y se lo clavó en la zona del abdomen.La herida le provocó graves daños y Lencina debió ser trasladado al hospital Madariaga de Posadas, donde perdió la vida en horas de la noche. La noticia llegó rápidamente a su casa y desató el dolor entre sus compañeros de trabajo, su esposa e hijos. Todos lo despidieron con honores al día siguiente.Mientras tanto, “Demonio” fue alojado en una de las comisarías de Apóstoles, hasta que días atrás fue indagado por el juez Faría. Rodeado por el testimonio de testigos y del compañero de trabajo de la víctima fatal, al delincuente no le quedó más que confesar la autoría del hecho.Así las cosas, en las próximas horas el magistrado interviniente continuará con la ronda de testigos y con las pericias para procesar al joven malandra y ponerle un cierre definitivo al dramático hecho que se cobró la vida del efectivo.





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