BUENOS AIRES (DyN). Los efectivos de la Gendarmería y Prefectura cumplieron ayer su cuarto día de protesta en reclamo de mejoras salariales y prometían seguir por lo menos “hasta el martes”, cuando el Gobierno prometió presentar una propuesta.El efectivo de Prefectura José Luis Cabañas sostuvo que “hasta el martes se mantiene la protesta y estaremos esperando ver qué solución y propuesta nos trae el Gobierno” y aclaró que la negociación “está abierta, pero no tuvimos ningún llamado por parte del Ministerio (de Seguridad)”.Por su parte, el suboficial Raúl Maza, uno de los voceros de los gendarmes que se manifiestan en la escalinata del edificio “Centinela”, reiteró que su protesta no se enmarca en una maniobra para destituir al Gobierno. “Esto no es un golpe de Estado, esto es una manifestación pacífica y democrática. Si estuviéramos en una dictadura no podríamos hacer esto. Somos ciudadanos argentinos amparados en la Constitución”, remarcó Maza.Por su parte, la Confederación General del Trabajo (CGT) alineada con la Casa Rosada salió ayer a cuestionar la protesta que realizan los efectivos de la fuerza de seguridad y advirtió que pone “en riesgo la seguridad pública” del país.En una solicitada publicada en diarios nacionales, la central obrera encabezada por el metalúrgico Antonio Caló exhortó a los gendarmes y agentes de Prefectura a “encauzar los reclamos a los ámbitos naturales”.“No puede desnaturalizarse de un justo reclamo salarial para transformarse en un desafío abierto a las autoridades constitucionales en un estado democrático”, aseveró.En el segundo día de la protesta y antes de ser oficializado en la CGT antimoyanista, Caló salió a apoyar a los uniformados: “Todo lo que sea reclamo de los trabajadores lo vamos a apoyar. Cuando hay un reclamo salarial la CGT lo va a tener que acompañar”, dijo en declaraciones a DyN, aunque luego tuvo que corregirse.Además, ayer salieron publicados los decretos nacionales 1.801 y 1.802 en los que aceptaron las “renuncias” del comandante general Héctor Schenone como jefe de la Gendarmería, y el prefecto general Oscar Arce en la comandancia de la Prefectura.Ambos jefes fueron relevados el miércoles pasado de sus cargos junto a otros diez oficiales que integraban las cúpulas de la Gendarmería y Prefectura, en los momentos de mayor tensión por la crisis salarial que plantearon los cuadros de suboficiales.El gendarme Maza defendió los reclamos de mejoras salariales de un piso de 7 mil pesos en blanco, porque “es un derecho legítimo”.También confirmó que “los puestos de guardia” seguirán funcionando y subrayó que “la gente está trabajando”, pero ratificó que los gendarmes que se encuentren de franco seguirán participando de la manifestación en el edificio “Centinela”. “Nos vamos a quedar, vamos a seguir con esta medida”, puntualizó el efectivo de la fuerza federal.





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