POSADAS. El auditórium del Instituto Montoya (ISARM) de esta ciudad fue escenario de la apertura del Segundo Simposio de Literatura Infantil y juvenil del Mercosur, del que participan estudiantes y docentes de Letras y carreras afines, escritores e investigadores de toda la región.Es organizado por el Programa de Semiótica y la Especialización en Literatura Infanto-Juvenil del Siglo XXI de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones; el ISARM; la cátedra de literatura infanto-juvenil de la Universidad de Salta; el Programa de lectura, escritura y literatura infantil y la Especialización de la Universidad de San Martín; el Seminario de la Universidad de Buenos Aires; y el Centro de Investigaciones Socioeducativas de la Subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva de Misiones.Los umbrales de un campo de estudioTras las palabras de presentación, a cargo de las autoridades anfitrionas, se desarrolló un panel sobre la construcción histórica de la literatura infanto-juvenil como campo intelectual. Participaron el doctor en Letras Gustavo Bombini (UBA-UNSAM); la magíster Mirta Gloria Fernández (UBA) y la profesora Sonia Hidalgo Rosas.En ese marco, Hidalgo señaló algunas de las hipótesis de investigación que quedaron planteadas en el Simposio 2011, realizado en la Universidad de Salta, donde se desempeña esta docente. “Ya no se debate sobre si el campo de la literatura infanto-juvenil existe o no, ahora el eje es discernir sobre qué uso se le da a esta literatura y hablamos de estos usos más allá del ámbito escolar”, dijo y señaló como otra de las hipótesis “la formación de lectores”. Aquí se refirió al “rol de los docentes como mediadores, que lo que hacen es formar el gusto de los chicos, pero en ese sentido, hay que estar muy atentos a qué uno elige para acercarles, qué materiales nuevos van llevando a los chicos para ir ampliando ese gusto y sus inquietudes”.Entre otros de los interrogantes planteados en el campo de investigación de la literatura infanto-juvenil, señaló que “es evidente como el campo de la crítica literaria se va introduciendo lentamente en la academia y generando espacios de discusión”, no obstante advirtió que esa introducción es paulatina y no se da de manera semejante en todas las universidades argentinas. “En Salta tenemos la literatura infanto-juvenil como materia curricular para las carreras de profesorado y licenciatura. Y dos profesorados de institutos también la tienen, pero no todas las carreras de Letras tienen esa suerte y por eso es necesario continuar esta lucha por legitimar este espacio en las universidades e institutos de formación superior”, finalizó.Para consolidar las investigacionesLuego del panel, Bombini señaló a PRIMERA EDICIÓN algunos aspectos en torno a las investigaciones literarias que se vienen desarrollando.“En relación a la literatura infanto-juvenil podemos decir que hay una relación inversamente proporcional entre la producción literaria que desarrollan las editoriales y la investigación crítica sobre esta producción”, dijo. “En los últimos veinte años se registra una inflación de la producción literatura, publicaciones, colecciones destinadas a niños y jóvenes y ese es un fenómeno de mercado muy significativo. Pero recién a partir de los 80, con los trabajos de (Ana Adelia) Díaz Ronner -investigadora fallecida, quien fue pionera en la crítica de la literatura infanto-juvenil- se comienza a poner en cuestión y analizar críticamente la calidad de estas producciones”, agregó Bombini, quien integra el equipo de Coordinación de Materiales Educativos del Ministerio de Educación de la Nación.Asimismo, hizo hincapié en que para desarrollar esta mirada crítica “muy probablemente las herramientas de la crítica tradicional literaria no serán suficientes, por ejemplo, para analizar la relación del texto con la imagen (que en los libros infantiles como los libros-álbum ha configurado nuevas formas de leer)”.El investigador planteó como desafíos seguir ampliando los interrogantes desde una mirada multidisciplinar, en la cual tiene un importante lugar la historización del mismo. “La literatura infanto-juvenil no data de veinte años atrás, sino que tiene una larga historia, que se remonta incluso a los relatos orales”, destacó. Al respecto hizo referencia a los diez tomos que integran “Cuentos y leyendas populares”, compilados por Berta Vidal de Battini y publicados en 1980. Los mismos son el resultado de un relevamiento realizado en escuelas Lainez de todo el país recuperando los mitos, relatos y creencias, de transmisión oral. Si bien la edición se encuentra agotada, todos los tomos de la publicación se pueden descargar gratuitamente de la Biblioteca Cervantes (www.bib.cervantesvirtual.com). Programa para hoy y mañanaViernes 5Anexo Facultad de Humanidades8 a 10. Mesas simultáneas: Ejes: “Literatura infantil, género controvertido” y “El lugar de la Literatura infanto-juvenil en la formación universitaria superior”.11. Panel “Imagen-texto. Tendencias estéticas: regularidades, rupturas”, coordinado por Alicia Salvi.12.30 a 14. Recorrida city tour por la ciudad a bordo de colectivos descapotables. Salida desde la plaza 9 de Julio.14 a 16. Mesas simultáneas.17. Panel “Literatura e industrias culturales dirigidas a la juventud”.18.30. Salida de colectivos urbanos desde Paseo La Terminal hacia el Centro del Conocimiento.19. “Mil y un cuentos”, espectáculo de narración oral a cargo de Ana Padovani. (Centro de Conocimiento)Sábado 6Centro de Conocimiento9 a 11. Conferencia “Potencias de lo fantástico en la literatura para niños y jóvenes”, a cargo de la escritora Liliana Bodoc.11.30. Entrega de certificados.





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