POSADAS. Laura Bronzino (28), presidenta de la Asociación de Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales (LGBT) Misiones, fue la primera representante argentina convocada por el programa “Los derechos de la población LGBT son Derechos Humanos” del Departamento de Estado Norteamericano. Consistió en una beca de 21 días, enmarcada en el Programa de Liderazgo para Visitantes Internacionales, en cuyo marco y junto a representantes de otros países latinoamericanos, visitó las organizaciones más importantes de Estados Unidos, y dialogó con funcionarios y miembros de asociaciones LGBT de ese país. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN recordó los momentos más destacados de la experiencia.¿En qué consistió esta beca?Este programa del Departamento de Estado Norteamericano se realiza desde los años 30 con intención de juntar a grupos humanos, favorecer contacto entre culturas y naciones. Es la primera vez que aborda la temática LGBT. Y en esa oportunidad, como se acercan las elecciones nacionales en EEUU y se está tratando el tema de matrimonio igualitario, querían tener una visión desde los países de Latinoamérica.¿Qué países estuvieron representados?Participaron líderes de organizaciones a nivel nacional de Chile, Bolivia, Panamá, México, Ecuador, y un representante de Francia. Ellos -por los organizadores- tenían una visión mucho más perfeccionista de Argentina, pero entonces me tocó explicarles que Misiones no es Buenos Aires, ni Rosario ni Córdoba, que somos la segunda provincia más chica del país y que nuestra realidad es muy diferente de la de esas ciudades. Nos dieron charlas sobre federalismo y ahí aprendí que acá -por Argentina- somos federales más o menos. Hablé de la realidad misionera, no solo en cuanto a la LGBT, y dije que es muy difícil ser activista LGBT cuando un niño se muere de desnutrición, se le vuela el techo de la casa y no hay albergues, la gente duerme en la calle, etcétera.¿Porqué es difícil?Porque no podés ser tan injusto e insensible de creer que tus derechos son más importante. Nosotros formamos parte de la sociedad y por eso mismo no podemos permanecer ajenos a los problemas que padecen muchas personas. Y por otro lado, no nos podemos quedar satisfechos con que las leyes de Matrimonio Igualitario y de Identidad de Género se hayan sancionado, porque a pesar de eso, no se cumplen al 100%. Además, nuestras demandas no terminan ahí, no solo queremos casarnos y tener acceso a la salud, sino que necesitamos que todos accedan a la educación, sean protegidos de situaciones de violencia, puedan acceder a un trabajo, etcétera.¿Visitaron el Comité Interamericano de Derechos Humanos?Sí. Nos entrevistamos con funcionarios y les entregué una copia del expediente judicial de Maximiliano Sepúlveda -estudiante universitario que en abril de 2011 denunció que fue violado en la comisaría Primera de Oberá. Les asombró el caso, lo conocían por nuestro intermedio porque les habíamos mandado correos electrónicos, y en el expediente vieron irregularidades groseras. Quedaron comprometidos a seguir el caso y exigir al Gobierno provincial y/o nacional que intervengan, o lo pasarán a la Corte -Interamericana de DDHH- desde donde se hace un llamado de atención a los gobiernos. ¿Y cómo se puede hacer para elevar un caso al Comité? Ponerlos en conocimiento de un caso que atente contra los DDHH es tan sencillo como llenar un formulario en Internet donde ni siquiera hay que hacer la denuncia en forma personal sino que puede ser una organización civil la que presente. Y se lo envía y ellos lo leen. ¿Qué diferencias a nivel social encontraste en EEUU?Es una sociedad muy conservadora. Pero si bien una ley puede tardar años en salir, cuando se aprueba se cumple. Acá en Argentina, nos encanta hacer leyes pero una vez que se aprueban, o no se cumplen o no se reglamentan o no hay presupuesto, como el caso de la Ley Identidad Género, que es un avance para la comunidad trans pero mientras no esté reglamentada no sirve para nada, y si no hay presupuesto para hacer los tratamientos hormonales gratuitos como dicta la ley, tampoco.¿Cuáles son las entrevistas que más destacas?Tuvimos más de cincuenta entrevistas con distintos funcionarios. Entre ellos, Hillary Clinton, que es la impulsora del Programa de DDHH.Una de las entrevistas más importantes para mí fue con Asociación de Padres LGBT, que nos contaron cómo fue asumir el compromiso de apoyar a sus hijos. Y escuchar a esos padres hablando de sus hijos con orgullo, fue muy emotivo. Yo no tuve problemas de aceptación con mi familia, pero sé de muchos chicos que lo sufren, no pueden enfrentar su realidad porque los echan de su casa, los golpean. Varios chicos se comunican con nosotros por Facebook y cuentan que no pueden “salir del clóset” y no son felices, incluso piensan que son una vergüenza para sus padres y para el mundo.Otra entrevista fue en el Pentágono con un coronel, por una ley que se derogó hace un año en la cual si estabas en el ejército y eras homosexual y alguien te delataba, te echaban deshonrosamente. Este coronel nos evadió las preguntas, no nos dijo en concreto si la derogación de esta ley sirvió para algo.¿Y qué es lo que más rescatás de la experiencia en general?Lo que más rescato es lo humano, que somos humanos. En el otro extremo de esta reunión con el coronel tuvimos otra con Walker, un ex marine al que echaron del ejército porque había intentado suicidarse, porque un compañero que había descubierto que era homosexual lo había amenazado con delatarlo.Años después, cuando (Barack) Obama asumió (a la presidencia de EEUU) y comenzó a tratar la derogación de esta ley, había que convencer a los congresistas que la votaran. Entre los demócratas había uno al que no podían convencer, entonces Walker, se propuso ir a convencerlo. Caminó desde Nueva York a Washington y se entrevistó y le dijo lo necesario de esta ley. Lo conmovió, el demócrata votó a favor. Cuando nos contaba esto, Walker se quebró. Yo lo abracé y él se largó a llorar, todos lloramos. Y cuando veía eso pensaba: “bueno, realmente todos somos humanos, todos hemos tenido el doloroso proceso de aceptar lo que uno es”. Seguramente a partir de ahora van a entramar una red LGBT en toda Latinoamérica…Sí. Quedamos con ese compromiso. En una de las reuniones propusimos formar la ONU (Organización de las Naciones Unidas) LGBT (risas). En definitiva, la idea es que sigamos en contacto, fortaleciendo nuestra lucha.Señalaste que los otros bec
arios eran representantes de organizaciones a nivel nacional, pero ese no es tu caso. ¿Por qué motivo te convocaron a vos?Yo en toda las reuniones que tuvimos dije lo mismo: “no sé porqué me convocaron”. Veía toda esta gente que laburó tanto y son referentes de su país, y yo que soy de Misiones…y en la última reunión me dieron la explicación. Se habían enterado de nuestra existencia como asociación a través de la prensa, que es responsable en un 80% de nuestra visibilidad como organización y eso lo destacamos mucho. En esa reunión, la coordinadora me dijo que me eligieron por la capacidad de representatividad, por el gran esfuerzo que estamos haciendo acá en Misiones. Y yo le dije que no me tuviera tanta fe…(risas).Y seguía sin entender los reales motivos de que me invitaran.Cuando llegó el turno del representante de México, que venía de Tijuana y trabaja en los casos de asesinatos de Ciudad Juárez, dijo que hacía dos días a su mejor amigo y su hija los habían asesinado en un crimen de odio. Me sorprendió que nadie dijera nada. Yo dije: “nos dice que mataron a su amigo y nosotros como si nada”, y entonces propuse que antes de irnos, teníamos que sacar un comunicado desde las organizaciones que estábamos representando, y que fuera firmada por el Departamento de Estado. Y ahí la coordinadora me dijo: “por esto te elegimos, porque tenés la humanidad que muchos no tienen”. “Pero no es por mí. Yo creo que a todos nos indignan estas situaciones, la discriminación, la exclusión, las violaciones correctivas, las barbaridades que nadie se entera y no se animan a denunciar por miedo o vergüenza. Actividades en PosadasMientras Bronzino permanecía en Estados Unidos participando de la experiencia junto a representantes LGBT latinos, sus compañeros de la LGBT Misiones participaron de importantes actividades vinculadas a sus derechos como colectivo.Una de estas actividades fueron las reuniones desarrolladas en el marco del Concejo Deliberante de Posadas, para debatir la conformación del Área de Diversidad Sexual municipal. Según señalaron los participantes, el concejal José Moglia, uno de los que se hizo eco del proyecto, esta repartición podría crearse antes de fin de año.“Somos conscientes que este proyecto de ordenanza se está discutiendo porque desde la comunidad LGBT lo hemos impulsado, por eso debemos hacer todo lo posible para que se concrete. Eso implica ponernos de acuerdo y lograr consensos con la Mesa Nacional por la Igualdad -la otra agrupación LGBT local que también toma parte en las reuniones del proyecto”, indicó Bronzino.Facundo Sanabria, el primer trans masculino en recibir un DNI con nueva identidad de género, indicó a este matutino que “una de las cosas en que coincidimos y sabemos que es necesaria es que dentro de ese área municipal esté al menos un integrante de la comunidad LGBT”. Al respecto, Bronzino destacó que es la única manera de poder garantizar que estará involucrado y realmente comprometido en la lucha por los derechos y la inclusión de la comunidad LGBT.





Discussion about this post