PUERTO RICO. La Policía detuvo ayer, alrededor de las 18.30, a un panadero en el marco de la causa que investiga el aberrante homicidio de la joven Angélica Ramírez, de catorce años, cuando hoy se cumple una semana del hallazgo de su cuerpo, a un costado de la calle Pionero Kuhn, a unos 200 metros del acceso a este municipio.En un clima de marcado hermetismo, trascendió que una numerosa comitiva policial trabajaba anoche en el domicilio del sospechoso, aunque no trascendió en qué lugar de Puerto Rico ni qué indicios hay en su contra.En el procedimiento intervino la Policía local y un grupo selecto de la Secretaría de Apoyo de Investigaciones Complejas (SAIC), con el abogado Fernando Castelli a la cabeza.Todo bajo la supervisión del juez de Instrucción 1 de Puerto Rico, Éctor Acosta.La detención se produjo a horas de cumplirse una semana del hallazgo del cadáver de esta joven de catorce años, que concurría a la escuela 114 en turno noche y practicaba hockey.En el terreno de las hipótesis, trascendió que el miércoles 26, la jornada previa al hallazgo del cuerpo, Angélica salió de su casa rumbo a entrenamiento.Al parecer, la vieron por última vez en un cyber del barrio San Francisco, donde se presume mantuvo contacto por Internet con la persona que, tal vez, luego le quitó la vida.A eso de las 21, según fuentes de la investigación, envió un mensaje de texto a su madre para avisarle que quedaría a dormir en la casa de una amiga.A partir de allí, poco se supo de su destino: dónde y con quién se encontró.Siempre en el terreno de lo hipotético, los investigadores creen que la muchacha fue llevada en vehículo hasta el lugar donde la mataron.Al parecer, las huellas de sus zapatillas y de neumáticos (de moto y auto) parecieran dar sustento a esa teoría.No trascendió si en la casa del sospechoso se encontraron elementos materiales de trascendencia para la causa.La detención se produjo a horas de la realización de la segunda autopsia, justo cuando las voces en reclamo de JUSTICIA comenzaban a levantarse en Puerto Rico. Mañana, justamente, habrá otra marcha.
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