POSADAS. Tras un largo conflicto, los árbitros que actúan en la Liga Posadeña de Fútbol decidieron dejar de lado la medida de fuerza que llevaban adelante en demanda de una mejora en los aranceles que cobraban por sus tareas y se pusieron a disposición para dirigir el fin de semana.Idas y venidas. Desencuentros y descalificaciones fueron las constantes en un conflicto que llevó a la dirigencia liguista recurrir a árbitros novatos, surgidos de la escuela que funciona en Posadas y el interior, y otros que ya no estaban en actividad que retornaron para garantizar la realización de las fechas programadas del fútbol de primera A, C e infantiles.Por suerte primó el sentido común de parte de los distintos sectores, pues para algunos árbitros la actividad es una ayuda económica los fines de semana, mientras que para otros es una inversión de tiempo y esfuerzo para trascender a nivel nacional y percibir un dinero mucho más interesante del que pueden ganar en el ámbito local.En el punto más cruento del conflicto, los árbitros acusaron de autoritario al presidente de la Liga, Luis Valdovinos, quien se mostró en algún momento poco partidario al diálogo, pues el conflicto llevó a los jueces a solicitar la renuncia del presidente del Colegio, Gabriel Esquivel, quienes al igual que el titular liguista y el presidente del Tribunal de Penas son electos por la Asamblea y pueden ser removidos únicamente a través de esa vía.En una nota elevada al presidente del Colegio de árbitros, los hombres de negro en conflicto aceptaron el último ofrecimiento que había hecho la entidad, por lo que este fin de semana varios de ellos volverán a la actividad local.





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