POSADAS. Fue identificado por sus familiares el cuerpo hallado el pasado lunes flotando en el río Paraná. Se trataba de José Darío Benítez, de 24 años, quien registraba domicilio en la capital provincial. El caso es investigado por la Justicia como “muerte dudosa”, aunque fuentes oficiales adelantaron que el cadáver, tras la autopsia correspondiente, no presentaba signos de violencia o lesiones externas que hagan presumir de un fallecimiento por causas violentas. Por ello una de las hipótesis que manejan los uniformados es que el joven habría caído al mencionado cauce o por forma accidental o quizás con intenciones de quitarse la vida. Esta última conjetura podría ser la más acertada, teniendo en cuenta que Benítez tendría antecedentes por problemas de índole psiquiátrico, confió un vocero del caso.Por estas horas el cuerpo era analizado por los forenses para corroborar que la muerte fue por asfixia por inmersión, además se le iban a realizar placas radiográficas (de la dentadura) para cotejar con posibles muestras odontológicas. Por las prendas de vestirEl penoso trámite de reconocimiento del cuerpo se llevó a cabo ayer en la Morgue Judicial de Posadas y fue la madre de la infortunada víctima quien lo reconoció, al parecer por las prendas de vestir. Es que el cadáver se hallaba en avanzado estado de descomposición. Benítez se hallaba desaparecido desde el pasado 6 de septiembre, tal como denunció su progenitora ante la policía. El joven se hallaba en pareja y desocupado cuando sus parientes lo vieron por última vez. Se retiró de su domicilio -ubicado por la calle Hungria de Posadas- sin dar cuenta de su destino y llevando tan solo ochenta pesos, indicó su madre. Se fue en un horario inusual, es decir alrededor de las 2 de la madrugada, explicaron sus familiares. Se supo por dichos de su progenitora que tras haber quedado sin trabajo el joven se hallaba “preocupado por la situación económica” que atravesaba con su pareja. Lamentablemente el pasado lunes las autoridades hallaron el cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición. Estaba flotando a unos 150 metros del Ferri, a la altura del cuarto tramo de la avenida costanera. Vestía un pantalón oscuro y zapatillas negras. Debido al fuerte oleaje terminó sobre las piedras. La principal hipótesis de la muerte de Benítez es el suicidio.





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