POSADAS. Sentado bajo la sombra, Cecilio Fores (73) hace números. Arquea las cejas y afina la mirada hacia un punto fijo. “Desde 2010 hasta hoy ya me robaron unos diez animales”, responde después de hacer memoria. Cuando PRIMERA EDICIÓN lo visitó por primera vez, en mayo, la cuenta llegaba a ocho. Aquella vez esperaba que la nota periodística modificaría el panorama en Nemesio Parma, pero el cambio duró poco: después de algunas semanas de patrullaje, la zona volvió a quedar liberada a manos de los cuatreros.De mayo a hoy, otras dos cabezas pasaron por el cuchillo de los bandidos y Fores dijo basta. Y no sólo por los nuevos robos. Una noche, hace poco, descubrió a los delincuentes en plena caravana con uno de sus animales. Los enfrentó, pero recibió amenazas de muerte por parte de los ladrones.“Estoy desmoralizado, más de una vez pensé en abandonar el campo. No sirve de nada hacer la denuncia porque la Policía no le da curso, igual que Prefectura. Todos sabemos quienes son, pero nadie hace nada”, resume indignado el jubilado.La ingrata experiencia de Fores se repite de a docenas en Nemesio Parma, Cruz del Sur y el resto de los parajes que quedaron “encerrados” por el Paraná, los arroyos Mártires e Itaembé y la ruta nacional 12. Por eso, los vecinos claman una vez más por un destacamento policial que alivie la zona y que les permita vivir sin tener miedo.Nuevo robo y amenazasUnos 50 mil pesos. Ese es el valor total de los animales que le robaron a Fores desde 2010. Ya lo había contado a este medio en mayo, pero lamentablemente la tendencia delictiva no se desaceleró desde entonces.“En febrero me carnearon un ternero. Después, el 16 de agosto, me carnearon otro. Y el último sábado liquidaron un ternerito de no más de cuatro meses, que no tiene ni gusto ni nada, más que nada para hacer daño”, enumera el propietario del campo San Marcos, tal el nombre de la tierra que recibió de manos de su padre en 1982.Fores asegura que el robo de ganado existió desde siempre, aunque desde 2000 se agravó y, desde esa fecha, en total ya se llevaron de su campo más de una veintena de animales.Lamentablemente acostumbrado a esa situación, semanas atrás fue protagonista de un episodio que se transformó en “la gota que rebalsó el vaso”.“Un día vine al campo y los ‘pesqué’ justo cuando se llevaban un animal mío. Los encaré pero uno me amenazó: ‘quedate tranquilo que si no te vamos a meter un chumbazo’. Entre ellos había una mujer que me dijo que tenía un primo comisario y que si la denunciaba me iban a meter preso por calumnias”, cuenta Fores, y reitera con énfasis: “Directamente a la Policía ya no se puede ir a hacer la denuncia porque no le dan curso, igual que Prefectura. Ellos están sabiendo quiénes son, pero todo sigue igual”.En esa oportunidad, los cuatreros se llevaban vivo un animal, a plena luz del día y con la ayuda de una jauría entrenada para tal fin. La llegada de Fores a la escena desbarató los planes y los ladrones finalmente huyeron sin llevarse nada. De todas maneras, ya habían sembrado el terror.Descreído totalmente de las autoridades después de tanto insistir por la vía correspondiente, el jubilado de la administración pública provincial -trabajó en Ecología- asegura estar “desmoralizado y pichado”, porque “después de un sacrificio de 41 años, de dar todo de mí, hoy me veo defraudado. Siento que hice el papel de idiota al cumplir tanto mis obligaciones para que ahora pase todo esto y no obtenga respuestas de nadie”.Fores asegura que muchas veces pensó en abandonar el campo, “pero quedarse sentado es envejecer más rápido”. Por eso, se mantiene al frente de la tierra y eleva su voz para pedirle a las autoridades provinciales la creación de un destacamento policial que cubra la jurisdicción de Nemesio Parma y sus alrededores.El pedido cuenta con la inmensa adhesión de casi todos los habitantes del paraje ubicado a minutos del centro posadeño, donde el rumor indica que próximamente se construirá un complejo habitacional de 6 mil viviendas. Los pobladores esperan que sea cierto. Ese conglomerado junto al futuro Parque Industrial y al anunciado nuevo puerto posadeño -suponen ilusionados- obligaría a la construcción de una dependencia policial en una zona que, pese a la cercanía, en materia de seguridad sigue “a la buena de Dios”. Desde ayer, una seriede llamadas misteriosasEn diálogo telefónico con PRIMERA EDICIÓN, Cecilio Fores comentó ayer que fue víctima de lo que, supone, serían amenazas.El productor ganadero contó que desde que volvió a relatar la situación que vivió ante los cuatreros en un canal de televisión local, en la noche del lunes recibió una serie de llamados misteriosos, tanto en el teléfono fijo de su casa en Posadas como en el celular.“Desde que salió en la televisión comenzaron a llamar, pero cuando atendemos nos cortan. Pasó varias veces en el teléfono fijo y también en mi celular”, comentó el jubilado, dispuesto a seguir adelante con el fin de que la zona de Nemesio Parma “deje de estar liberada”.Si bien al otro lado del teléfono nadie habla, Fores no descarta que alguien trate de amedrentarlo a través de esta mecánica. De todas maneras, asegura que seguirá denunciado la inacción de las autoridades y el ilegal accionar de “la mafia de la carne”. Rehenesdel poderEl 17 de julio este medio publicó un artículo en el que se reflejaba la realidad de la comisaría seccional Séptima de Posadas, dependencia que tiene jurisdicción sobre Villa Cabello y alrededores, pero también sobre Nemesio Parma.Aquella nota echó luz sobre la falta de un móvil policial para la Séptima. Días después, desde Jefatura se despachó un patrullero que aminoró relativamente el esfuerzo de los efectivos cada vez que debían salir a realizar una comisión.Si esa es la situación de la comisaría y si en su momento un vecino había denunciado que la zona estaba desprotegida, ni que hablar de la jurisdicción que la Séptima tiene en sus manos más allá del Mártires.“Salvo el nuevo acceso, el resto de los caminos es de tierra y de difícil acceso. Hay veces que la jurisdiccional no cuenta con una camioneta y, entonces, ¿cómo hace para entrar, por ejemplo, un día de lluvia?”, se preguntó un vecino de la zona.La realidad muchas veces excede la predisposición de los uniforma
dos, quienes sin las herramientas correspondientes también se transforman en rehenes de un Gobierno que gasta mucho en otras cosas, pero que está en deuda con la seguridad de los vecinos de Nemesio Parma.





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