PUERTO RICO. El escándalo por el robo de una tonelada de marihuana de la comisaría seccional Primera de este municipio recién asoma en el horizonte y su alcance parece ilimitado. Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN presagiaban anoche una seguidilla de arrestos a una semana de la caída de un oficial de la Policía de Misiones con 123 kilos de marihuana, a la altura de la localidad de Puerto Leoni.Anoche la Justicia Federal de Eldorado analizaba la detención de al menos tres integrantes más de la Policía de Misiones. No trascendió el rango, pero entre ellos habría un oficial de alta jerarquía.A esta altura de las circunstancias, los investigadores judiciales comienzan a pensar en la figura de “asociación ilícita” para encausar este escándalo que amenaza con salpicar a los más elevados estratos de la fuerza de seguridad provincial.No hay dudas de que la droga era sustraída de la dependencia policial con fines de comercialización, en contraposición a la teoría que se intentó imponer en un principio, de que se la llevaban para armar procedimientos “truchos”.El caso fue primicia de PRIMERA EDICIÓN y saltó a la luz el lunes 3 de este mes, cuando este diario tuvo acceso a la información que hablaba de la detención de un oficial ayudante de la Policía con 123 kilos de marihuana.El procedimiento se produjo a la altura de la localidad de Puerto Leoni y estuvo a cargo de Prefectura Naval Argentina.En esa ocasión, un cómplice del oficial, que iba al volante de su coche particular, se dio a la fuga.En un principio de habló de un informante de PNA, pero el fugitivo se presentó por sus propios medios en la comisaría Primera.Frente a los uniformados habría dicho que era el hombre que acompañaba al oficial detenido en Leoni y que deseaba entregarse.El hombre habría dicho que tenía temor de que le indilgaran toda la responsabilidad por el hecho, pero en el fondo parecía ser otro el motivo: la posibilidad real de aparecer en el río Paraná con un balazo en la cabeza.Se trata de un ex convicto que purgó condena en el penal de Devoto, justamente por una causa ligada el peligroso mundo del narcotráfico.Si bien se abstuvo de prestar declaración indagatoria ante el juez Federal José Luis Casals, quien subroga el Juzgado de Eldorado, todas las fuentes coincidieron en señalarlo como el hombre que hizo contacto con el comprador de la droga.Aún hay puntos oscuros respecto de cómo se sucedieron los hechos aquella madrugada del lunes 3, pero lo cierto es que el oficial y el ex convicto viajaban en el Fiat Palio blanco del uniformado rumbo a Jardín América.Allí, al parecer, debían encontrarse con el comprador, pero el coche fue interceptado antes de llegar.Todo parecer indicar que ese supuesto “comprador” no era otro que un informante, un infiltrado que selló la suerte del oficial de Policía, de su acompañante y al parecer, de varios integrantes más de la fuerza de seguridad provincial, cuyos arrestos se analizaban anoche.Más allá de las miles de versiones sobre el destino de la marihuana y desde cuándo comenzó el robo de la misma, lo cierto es que hay muchas hipótesis y pocas certezas, al menos que hayan trascendido de fuentes creíbles.Un allegado a la causa reconoció anoche a este diario que la misma está en pañales y que sus alcances son ilimitados.Y agregó: “un episodio de estas características es impensable sin una importante cadena de complicidades. Incluso, al más alto nivel. Pero habrá que esperar, es un caso muy delicado y grave para actuar a las apresuradas”.En caso de que la Justicia pueda establecer que, efectivamente, se trató de una asociación de tres o más personas que se organizaron con el objetivo de delinquir, en este caso a través del robo y comercialización de marihuana, entonces los involucrados están en el horno. TeoríasEn medio de un cruce incesante de versiones, teorías e hipótesis trascendió el dato de que, hace dos meses aproximadamente, Inteligencia de la Policía habría accedido al dato de que integrantes de la fuerza podrían estar vinculados con el mundo del narcotráfico.El dato habría surgido de personas ligadas con el mundo del contrabando de cigarrillos, tras un procedimiento llevado a cabo en jurisdicción de Jardín América.Al parecer, el tiempo fue más veloz que los investigadores.Cuando comenzaban a trabajar en forma reservada, saltó el escándalo con la detención del oficial ayudante en Puerto Leoni.Palabras más, frases menos, lo cierto es que resulta inexplicable la sustracción de mil kilos de marihuana de una dependencia de la Unidad Regional IV y que el titular de esta permanezca en el cargo.A esta altura de las circunstancias, como dijo un investigador judicial, todos son sospechosos.La causa está en el Juzgado Federal de Eldorado que tendrá la última palabra.





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