BUENOS AIRES (NA-Perfil). El ala económica del Gobierno hace rato que dejó de ser un lecho de rosas. Pero en los últimos días se agudizaron los cortocircuitos entre distintos funcionarios con injerencia en el área.En este contexto, las acciones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cayeron tras un reto de la presidenta Cristina Kirchner. A tal punto que ayer circulaban rumores sobre su posible reemplazo. El funcionario más polémico de la administración kirchnerista no se lleva bien con el viceministro de Economía, Axel Kicillof, quien incluso estaría preparando a uno de los suyos, el subsecretario de Mejora de la Competitividad, Augusto Costa, para proponerlo en lugar de Moreno en caso de que la Presidenta termine decidiendo su salida del Gobierno.Las versiones sobre Moreno tomaron cuerpo, también, luego de que la ministra de Industria, Débora Giorgi, tomara su lugar en las reuniones comerciales con Brasil, luego de que el secretario de Comercio fuera duramente criticado por funcionarios del Gobierno de Dilma Rousseff por un presunto maltrato a la hora de las negociaciones. Por eso los rumores afectan también a la secretaria de Comercio Exterior, Beatriz Paglieri. Pero no es el único cortocircuito que se produce por estos días en el ala económica del Gobierno. Amado Boudou todavía está tratando de digerir una reciente decisión del ministro Hernán Lorenzino, quien echó de la cartera de Hacienda a tres subsecretarios que respondían a su antecesor. Se trata de Manuel Somoza, Miguel Cuberos y Roberto Fernández Meire. “Imaginate que no cayó bien”, aseguraron. ¿El responsable?Por José Antonio Díaz. Editor de Economía de la Revista NoticiasDesde hace dos meses, Axel Kicillof le llena la cabeza a Cristina Fernández sobre la necesidad de ponerle límites a Guillermo Moreno. Los resultados a ocho meses de su fatal idea de “secar la plaza de dólares”, son contundentes: se fueron de los bancos 6.000 millones de dólares en depósitos.La presidenta eligió uno por uno a los testigos de su malestar: citó a Olivos no sólo a Kicillof y Moreno, sino a Julio De Vido, Hernán Lorenzino y Debora Giorgi, los tres ministros que menos digieren los métodos morenistas y lo culpan de convertir un pequeño desequilibrio en una tormenta financiera. Y dijo, como al pasar: “Otra vez estamos con el dólar a la cabeza de la agenda. ¿No era que ese mercado (por el blue) era chico y no le deba bola nadie? Algunos compañeros deberían asumir sus responsabilidades”.




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