SAN VICENTE. El 26 de octubre de 2010 una noticia sacudía a esta localidad en particular y a la provincia en general: el ex intendente Héctor Carballo, más conocido como “Carballito”, era asesinado a puro plomo por un sicario cuando se dirigía a la radio donde tenía un programa de denuncias.El cuerpo del otrora jefe comunal sanvicentino apareció dentro del Renault 12 celeste metalizado que conducía, recostado sobre el asiento del acompañante.Según las pericias de entonces, el crimen se produjo alrededor de las 7.30.A poco de cumplirse dos años de aquel asesinato de ribetes mafiosos, la causa está paralizada y no tiene detenidos.Se encamina, sin escalas, a integrar la larga lista de crímenes impunes de la provincia.El único detenido y sospechoso en la causa, conocido como “Xhico”, fue liberado el 22 de octubre del año pasado por falta de mérito.Ahora trascendió que la defensa, ejercida por la abogada Rosa Gladys Fontana, pedirá el sobreseimiento definitivo de este hombre, cuando se cumpla un año de su regreso a casa.“Xhico” fue beneficiado con la falta de mérito dictada por el juez Demetrio Antonio Cuenca, a cargo por subrogación legal del Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente.Para ese entonces, el Tribunal Penal 1 de Eldorado había declarado nula una prueba decisiva en el expediente: la bala secuestrada en el bar que “Xhico” explotaba en la localidad de Garupá.Según las pericias, ese proyectil correspondía al mismo arma que acabó con la vida del ex intendente.Con esa nulidad impuesta por el Tribunal de Eldorado, el expediente literalmente se derrumbó y las pruebas contra el sospechoso resultaron insuficientes.Por eso el juez no tuvo otra alternativa que liberarlo y fijar una prórroga extraordinaria por un año en busca de alguna otra prueba en su contra, cosa que no sucedió. Sin pistasLa nulidad del procedimiento efectuado en el bar-pool de “Xhico”, en Garupá, terminó de derrumbar el andamiaje probatorio contra el sospechoso y único detenido en la causa.En ese lugar secuestraron una bala que, según los peritos, fue expulsada de la recámara del arma que mató a “Carballito”.Esta era la madre de todas las pruebas contra “Xhico” y al caerse, arrastró consigo al resto.La Justicia se quedó sólo con el testimonio, bastante vidrioso por cierto, de dos policías que aseguraban haber visto al detenido en los alrededores del escenario del crimen, poco antes de que aconteciera. Sin embargo, ninguno era suficientemente sólido para mantenerlo tras las rejas.




Discussion about this post