POSADAS. Con un dejo de nostalgia Julio “Tuti” Pintos invitó a quienes por muchos años fueron sus vecinos en los míticos barrios de la zona ribereña (Tiro Federal, Usina Pirá Pytá, Brete, Balneario, Camping) a reencontrarse en el sexto encuentro que este domingo realizarán en el Club Sarmiento, del barrio Villa Sarita. Aseguró que bajo el lema “Como si fuera ayer” será un momento para compartir recuerdos, vivencias y homenajear a aquellos que aportaron con amor, paciencia, trabajo, sacrificio, y ejemplos “a conducirnos por la vida”. Pintos contó que los encuentros surgieron a raíz de la idea que tuvo Luis Medina, cuando intentó agasajar a su familia y tuvo que alquilar un club porque además de los parientes y se acoplaron los vecinos, que eran todos del mismo barrio. En esa ocasión totalizaron unas 200 personas. El segundo año se organizaron un poco, a pulmón y, luego, “lo fuimos haciendo año a año, recibiendo la colaboración de los mismos vecinos que participan y de algunas entidades. En el tercer año recibieron la Declaración de Interés Municipal, gracias a la iniciativa de un concejal que se acercó a la reunión.El domingo los organizadores pretenden llegar temprano porque apenas el sol comience a calentar llegará la gente para prender el fuego, organizar las mesas y decorar un poco las paredes del club ubicado en Ángel Acuña y Moritán. Si bien los “invitados” solo deben traer cubiertos y la bebida que pretenden consumir, no faltan las mujeres que amasan alguna chipa o preparan alguna sopa paraguaya para compartir. “Nos juntamos, almorzamos, nos abrazamos, lloramos un rato, reímos otro poco, recordamos cosas, escuchamos un poco de música. Luego nos despedimos hasta el año siguiente”, dijo el hombre, al tratar de sintetizar tantos años de convivencia en solo un puñado de horas. Pintos aseguró que se denominan “Desarraigados”. Es que “perdimos nuestra identidad, nuestra forma de vida, de ser. Hay gente grande que se murió de pena, de depresión, por la falta del río, a quien consideramos nuestro hermano”. Trajo a colación el tema “Barro de la Costa” que el músico Joselo Shuap compuso en memoria de los relocalizados de Yacyretá y que refiere “a un pescador al que lo llevan a una vivienda de la EBY, que no encuentra el río y muere pescando en la vereda de asfalto. Esas son cosas verdaderas que nos pasaron y nos siguen pasando, muchas veces sin que se enteren”, apuntó Pintos. Recordó que su familia vivía en Santa Catalina y Sargento Cabral y que la canilla más cercana estaba en la Usina, a doce cuadras. “Teníamos una canilla pública y teníamos que acarrear. Venían los asistentes sociales a nuestros hogares e insistían que teníamos que apoyar a yacyretá. Te decían milita por Yacreytá y te ponemos agua en tu casa. Con nosotros van a tener casa con piso de cerámica, baño instalado con ducha y agua caliente, cuando teníamos letrinas a quince metros. Era lo más. Nos vendían ilusiones. Éramos jóvenes y queríamos llevar al mundo por delante. Con esas promesas ¿quién no iba a militar?, se preguntó, al tiempo que dejó escapar un suspiro diciendo “¡lo que daríamos por volver!”.A su entender el desarraigo y desprendimiento “pasan por lo social, lo económico y otro montón de cuestiones. Los que tuvimos que aceptar lo que sí o sí nos dieron. La vida es distinta, la manera de vivir, la forma. Pusieron a cinco familias nuestras y a otras diez acomodadas de otro lado. Ya no hay unión y la gente de barrios como los nuestros es una de las que necesita levantarse, ver al vecino, y saludar”.Otro encuentro, el 8 de diciembreAtrás de lo que era el balneario El Brete, la entidad les cedió un predio que es como una plaza. Allí se entronizó la imagen de la virgen de los barrios (Fátima), que apareció entre los años 60 y 65, que es cuando empezaron a armarse esos conglomerados. La virgen estaba en una casa y a medida que el agua iba llegando a las vivienda, ella se fue corriendo. En 1995 la imagen desapareció y apareció hace unos diez años. “Le hicimos una ermita en la plaza. Entonces tenemos dos fiestas, una es la que nos reunimos para comer, para contarnos cosas, y la otra es la que hacemos todos los 8 de diciembre, este año será por tercera vez, para venerar a nuestra virgen y manifestarle nuestros deseos”, dijo. Están tramitando para que la plaza se llame “Vecinos de…”. “Queremos que sea nuestro lugar de pertenencia dentro del arraigo que perdimos”, acotó, e invitó a los vecinos a que participen. La primera vez fueron más de mil personas. Las mujeres se organizan, hacen chocolate, se reza el rosario, se celebra una misa y se sigue con una peña con quienes quieran acompañar.





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