Señora Directora: Cotidianamente paso frente a la Delegación Municipal de la chacra 32-33 y me llama la atención que a siete meses de haberse instituido la bandera de la ciudad y a dos meses de haber sido izada por primera vez, allí aún no esté presente en el frente del edificio. En el pequeño local de la avenida Lavalle, entre Ituzaingó y Bustamante, puede observarse la presencia de las enseñas nacional y provincial, pero no así la de la propia comuna.Aunque no me consta, debo suponer que este comportamiento se repite en otras dependencias municipales, lo que incumple con la ordenanza que la instituye y que dispone esa presencia. Claro que respetando las normas ceremoniales y de protocolo en cuanto a su ubicación en relación a las otras dos banderas que también deben estar en el frente del edificio.Es cierto que puede significar toda una complicación el colocar esos tres paños al ingreso a los edificios municipales, ya que hay que agregar un tercer mástil y la puerta de acceso tiene sólo dos bordes sobre los que hoy están presentes las otras dos banderas. En el mástil de la ciudad, en Mitre y Uruguay, ese tema se solucionó aunque desconociendo algún principio ceremonial sobre la ubicación central que le cabe a la enseña patria que allí, aunque con el asta más largo, está en uno de los extremos.Si bien sé que hay muchos que aún se resisten y les pareció una vulgaridad oportunista el haber adoptado una enseña municipal, eso no es óbice para que se la ignore. Sobre todo si el propósito es que, al igual que el escudo comunal, sirva para darle una identificación propia a Posadas.Todos los edificios municipales, sin excepción y aún los más pequeños, deberían colocar en un lugar visible la bandera posadeña y así darle la presencia que llevó a que los convencionales constituyentes municipales de 2010 dispusieran su adopción.
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