Los clubes de barrio, más que instituciones deportivas, representan la historia y el sentimiento de un lugar. Una de esas pasiones que se resiste al paso del tiempo es el Club San Miguel, situado sobre calle Luis Pasteur casi avenida Francisco de Haro en pleno corazón del barrio Domingo Faustino Sarmiento de esta capital provincial. El club se fundó en 1958 por un grupo de vecinos con la necesidad de contar con un lugar en donde se desarrollen distintas actividades recreativas para las personas de las inmediaciones. Aunque el fuerte del club siempre fue el fútbol, en donde surgieron grandes figuras del deporte local, su presidente Orlando Recalde junto a sus colaboradores Sergio Maciel, Cecilio de la Cruz y Juan Ángel Giménez, están trabajando para brindarle a los vecinos otras alternativas para que la gente se acerque. “Por ahí pecamos en no hacerle llegar a la gente alguna otra actividad para que ellos se acerquen, pero estamos en tratativas con distintos organismos públicos para que podamos animar un poquito más al club”, explicaron sus dirigentes.Aunque el club en la actualidad está atravesando dificultades económicas, sus directivos no bajan los brazos para ponerlo nuevamente como en sus épocas de esplendor “no contamos con recursos para realizar las grandes obras que requieren mucha inversión, entre nosotros colaboramos para pagar los gastos de servicios e impuestos”, manifestaron. En la actualidad el club cuenta en su salón con clases de Zumba, Taekwondo, danzas árabes y fútbol de salón, pero el desarrollo de esas disciplinas están un poco limitada porque todavía falta arreglar algunas instalaciones sanitarias para brindar una mejor comodidad a las personas que se acercan.Los directivos saben de la importancia que tiene el club para el barrio “tanto personas jóvenes como mayores lo necesitan para actividades sociales y de esparcimiento para recrearse” por eso estamos realizando un gran esfuerzo. Dentro de los cambios está el de llamar a asamblea para renovar la comisión directiva, esto se realizaría cerca de fin de año y así llamar a elecciones. Los clubes barriales surgieron a principio del siglo XX en los grandes centros urbanos como una necesidad de los vecino de tener un espacio donde sociabilizar. En Misiones estos lugares de recreación tuvieron un gran auge y formaron parte de la historia social y cultural de las ciudades porque de alguna manera fueron referentes y puntos de encuentro. Muchas instituciones que crecieron a principios de siglo formaron parte de la historia de muchos barrios.





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