La Cámara de Diputados de la provincia aprobó la semana pasada la Ley Provincial de Agricultura Familiar, una iniciativa que obtuvo el apoyo unánime en el recinto y aún en la labor preparatoria y contó, además, con el aporte de las organizaciones del sector, en particular del Movimiento Agrario Misionero (MAM), entidad histórica y símbolo de lucha del pequeño productores misionero. La ley se financiará con no menos del 15% de lo que recibe la Provincia por el Fondo Especial del Tabaco, y otras fuentes menores, y contempla la creación de un Consejo Provincial de la Agricultura Familiar con fuerte presencia en la toma de decisiones, del productor y las organizaciones del sector. La nueva legislación, que la Legislatura provincial ubicó como prioridad en su agenda, parte de una apuesta ambiciosa, definida en su artículo 1: “Adóptase como modelo de desarrollo productivo, económico, social y ambiental a la agricultura familiar en toda su diversidad, la que es sujeto prioritario de las políticas y acciones que se ejecutan desde las diferentes áreas del Gobierno provincial”.En cuanto a quienes serán los beneficiarios de la ley, define: “se consideran agricultor y agricultora familiar a quienes llevan adelanteu0009actividades productivas agrícolas, pecuarias, forestales, piscícolas, hortícolas, avícolas, apícolas y otras, en forma directa y con el aporte mayoritario de mano de obra familiar, para autoconsumo y comercialización de la producción, en el ámbito rural, urbano, zonas periurbanas y las comunidades de pueblos originarios”. El MAM, que en los años setenta fue puntal en la lucha política y reivindicativa de los movimientos agrarios; y que sostiene desde hace tiempo diversas iniciativas en la búsqueda de retener al productor en la chacra -enfrentando la presión del éxodo rural- y, en articulación con el Estado y otras organizaciones, participa con su experiencia en las Ferias Francas, movimiento que busca sostener y profundizar la nueva normativa. El espíritu de la nueva ley, que promueve un modo de producción sustentable y amigable con el ambiente, y busca visibilizar el trabajo del pequeños productor familiar, según destacó la delegación local de la Secretaría de Agricultura Familiar -también involucrada en el proyecto- en un comunicado, “es consolidar las premisas de la Soberanía Alimentaria, un sustento clave en la filosofía de la Agricultura familiar”. “Responde al sueño de antiguos militantes y luchadores del movimiento agrario como Michel Guilbard, Enrique y Pedro Peczac”, agregó el comunicado de la Secretaría dependiente de la Dirección Nacional de Identificación y Formalización de los Agricultores Familiares. “Vale agregar -reiteró- que otro de los fines es consolidar las premisas de la Soberanía Alimentaria, un sustento clave en la filosofía de la Agricultura Familiar”. La economía familiar representa el 22% del total del PBI agropecuario nacional, y su sostenimiento y desarrollo se considera hoy fundamental para las economías regionales. Fuerte presenciaSi bien la jerarquización de la agricultura familiar deviene de una política nacional desarrollada en la última década, Misiones, por tradición y por un perfil productivo y socioeconómico diferenciado, frente al resto del país, tiene un gran futuro en este segmento de actividad. Actualmente, en la Argentina el 66% de los productores son agricultores familiares que trabajan la tierra para la producción de alimentos, distribuidos en 200 mil explotaciones, contexto en el cual Misiones, con 32.000 pequeños productores está al frente en cantidad por provincia. Según el Censo Nacional Agropecuario (2002), Misiones es la provincia con mayor proporción de explotaciones agropecuarias en manos de pequeños productores (87%). La norma aprobada en la Legislatura provincial recoge esta singularidad del perfil productivo misionero y pretende dar un fuerte respaldo y consolidar al sector. Sin dudas que deberá articula también con la la Ley nacional de Agricultura Familiar (27.118) , de reciente sanción, que no sólo garantiza derechos sino que jerarquiza a la vez que promueve una mayor visibilidad de los agricultores del sector. La iniciativa se propone servir de fuerte apoyo, económico y técnico; y ayudar a dar continuidad y previsibilidad -junto con lo que se viene haciendo en otras áreas, como en la semillera- a la práctica de la agricultura familiar en las chacras ; símbolo y realidad característico de la identidad misionera.





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