Más de 2 mil productores y 40 mil trabajadores en empleos directos e indirectos se desploman con ella, según revelaron en conferencia de prensa las cámaras sectoriales.En Concordia seis entidades que nuclean a los productores de citrus dijeron: “No podemos siquiera esperar al próximo gobierno. Si no hay una solución ya, la citricultura del noreste argentino está muerta”. Además, dicen que los perjudican los “elevadísimos” aránceles de exportación (entre el 16% y el 23%), la “asfixiante presión tributaria”, la devaluación en mercados clave como Rusia (principal comprador de las mandarinas argentinas) y las dificultades para acceder a mercados rentables como Brasil y Estados Unidos.Lo ilustraron con datos:- En 2008, Argentina era el primer exportador de mandarinas del hemisferio sur. Hoy, no existe. Ni siquiera cuenta.- La Capital del Citrus nacional, Concordia, tenía 27 mil hectáreas de producción hace 20 años. Hoy, le quedan solo 7.000. Los productores abandonan sus quintas porque no pueden subsistir.- La actividad cuenta con 2 mil productores y 40 mil trabajadores directos e indirectos. Pero muchos de ellos ya han abandonado sus quintas. La mayoría son producciones familiares de pocas hectáreas. Y son muchos los que ya no producen más.- La citricultura entrerriana tiene hoy una caída del 70 % en general, y del 90% en las naranjas en particular.- Cuidar el citrus, regarlo, fumigarlo, recolectarlo y venderlo le cuesta al productor 1,50 pesos por kilo. Pero se lo pagan 0,50 centavos. El círculo se completa con ver su misma fruta puesta en góndola en el mercado interno a 10 pesos el kilo.





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