Mientras buscamos la pareja a largo plazo la compañía del buen amor y la estabilidad, estamos inmersos en la cultura del vacío que empuja a sostener relaciones fragmentadas con las que no se llega a tener ninguna intimidad emocional. En la sociedad actual no siempre se elige por amor: a veces se elige por conveniencia, por dinero, por estatus o por valores sociales y familiares. Sin embargo, la ilusión del amor sigue teniendo un lugar relevante en las aspiraciones personales. Y ocupa mucho espacio en la vida de las personas. Las relaciones van cambiando y tratan de adaptarse a nuevos paradigmas. Vamos saliendo de modelos funcionales y simbióticos e intentan modelos con más aire, donde se respeten las libertades y espacios personales.Semejante anhelo trae escenarios conflictivos. En la sociedad del “lo quiero todo y lo quiere ya”, donde la frustración es mala palabra, los choques contra la realidad son inevitables. A algo habrá que renunciar y habrá que aceptar que, si queremos pareja, compromiso, estabilidad, independencia, pasión, erotismo, buena comunicación y fidelidad, habrá que trabajar bastante.Y a esa segunda vuelta la intenten de otra manera: con más flexibilidad y la mente más abierta. Casas y vacaciones cada uno por su lado, diferentes acuerdos sobre dinero y la felicidad son variables para encontrar un modelo de pareja sostenible.Porque pese al incremento de divorcios se sigue buscando el amor.HaikuLo que dejamospara no estar solosnos deja solos.Por Aurora Bitón ([email protected])





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