Quieren dejar atrás la vieja cocina y volverla un espacio propio. Es por eso que adolescentes de la Escuela Especial 8 de esta localidad trabajan para reformar ese espacio de la institución que se encuentra en desuso y convertirlo en un lugar creativo de aprendizaje. El proyecto lo impulsa la maestra Mariel Torres y, además de convertir una abandonada cocina en un lindo espacio para estos adolescentes especiales, también contempla la realización de un mural ecológico y, para hacerlo, necesitan la ayuda de la comunidad. Son siete alumnos de entre 16 y 18 años quienes todas las mañanas desarrollan sus jornadas educativas con la maestra Mariel, cada uno con sus posibilidades, algunos alfabetizados convencionalmente y otros con dificultades en la lectoescritura, pero que se desenvuelven muy bien en lo manual. Es así como surgió la idea de generar un espacio donde puedan desarrollar materias artísticas como parte del aprendizaje. El proyectoDicho proyecto se propone recuperar una cocina grande y antigua que hace mucho no se usa y convertirla en un cálido y acogedor lugar de estar para los adolescentes. Además, contempla la realización de un mural en la pared externa, con un diseño de cuidado del medio ambiente y realizado con materiales reciclados como tapitas, discos compactos y demás materiales que la gente quiera donar. “Me motivó a emprender este proyecto ver que algunos de nuestros chicos no pueden desarrollarse muy bien en la parte gráfica y en lo escrito, pero que sin embargo sí lo pueden hacer en otras áreas, por eso es que la idea es trasladar los aprendizajes a la parte artística”, explicó a PRIMERA EDICIÓN la maestra Mariel sobre cómo nació la idea. “Les pregunté a ellos qué pensaban de la idea y les encantó así que con la ayuda de Ivan Sanabria, que está realizando sus prácticas docentes conmigo, encaramos esto que esperamos se pueda concretar pronto con la ayuda de la comunidad”, agregó la docente. Para poder llevar adelante su proyecto, estos adolescentes necesitan de la ayuda de los vecinos, con todo lo que puedan donar y que sirva para reparar y adornar una cocina comedor grande. Desde pintura, cortinas, cuadros, utensilios, plantas, adornos, hasta materiales para el mural. Todo será bienvenido por los chicos.“Nosotros estamos disponibles para hablar con las personas que quieran venir a conocer el lugar y ver cómo trabajamos”, aseguró Mariel e indicó que “ojalá que vengan a ayudarnos a llevar adelante esta linda idea que va a redundar en buenos resultados para estos chicos que tendrán su espacio de esparcimiento al que podrán darle su impronta, su personalidad, como le gusta a los adolescentes”. Es por eso que la docente invitó a todo aquel que quiera conocer cómo se trabaja en la escuelita a acercarse hasta la institución, que se encuentra ubicada sobre la calle Corrientes, entre las avenidas San Martín y 9 de Julio, de la localidad de Puerto Rico. Serán recibidos por la maestra y sus alumnos y podrán conocer de cerca cómo es el día a día en esta escuela que ayuda a chicos con capacidades diferentes. Fotos: Gentileza S.López





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