Mientras la familia realizaba sus actividades de domingo, un audaz y solitario encapuchado escaló hasta el primer piso de su vivienda e ingresó por una ventana. Se apropió del arma reglamentaria de la mujer policía y se cruzó a la habitación de uno de los hijos de la mujer a quien le pidió “cortésmente” el teléfono celular. El menor, de 13 años, pensó que era una broma de los amigos de su hermano mayor. Y de este modo el ladrón escapó, sin dejar rastros.Horas más tarde, durante una rastrillaje, la Policía encontró el arma entre las malezas. Ocurrió el domingo a las 0:50, cuando un llamado alertó a los uniformados que un delincuente ingresó a una casa de la avenida San Martín del kilómetro 1. De inmediato una comisión policial arribó al lugar y se entrevistaron con la dueña de casa, una mujer de 39 años, Sargento de la Policía de Misiones, con prestación de servicio en la Comisaría de la Mujer de Eldorado. La damnificada manifestó ante sus colegas que momentos antes un joven, de entre 16 y 17 años, ingresó a la propiedad tras violentar el vidrio de la ventana del dormitorio matrimonial, ubicado en el primer piso. De la habitación, especificó la mujer, se llevaron la pistola reglamentaria calibre 9 mm, con cargador y trece proyectiles. Según explicó, el arma se encontraba escondida en el cajón de la mesita de luz del dormitorio matrimonial.Pensó que era un amigoCon el arma en la mano, el malviviente se dirigió al dormitorio contiguo donde se encontraba el hijo de la mujer, un menor de 13 años. De acuerdo a las fuentes policiales, el pequeño estaba jugando a la PlayStation. Ante los investigadores, el adolescente contó que el encapuchado no lo amenazó con ningún tipo de arma, pero le exigió que le entregue el teléfono celular.El niño no tuvo miedo e incluso, sin decirle nada le entregó el artefacto pensando de que se trataba de una broma de los amigos de su hermano mayor, quienes se encontraban en la planta baja.También en la planta baja se encontraba la mujer policía, realizando pintura artística con otro de sus hijos. Aprovechando la situación, el ladrón escapó con lo robado sin dejar huellas. Después de lo ocurrido la familia se percató del hecho y rápidamente efectuaron la denuncia. Los pesquisas iniciaron la investigación del robo. Se precisó que la vivienda no posee alarmas ni cámaras de seguridad. Con los datos aportados la Policía obtuvo un dato certero y cerca de las 12:15 del lunes, se trasladaron hasta el barrio Antiguo Centro, más precisamente a la calle Ester del kilómetro 2. Allí, entre las malezas observaron a dos hombres, conocidos como “Moisés” y el otro “Lucas”. Estos sospechosos, al percatarse de la presencia policial, se dieron a la fuga y arrojaron una bolsa blanca que contenía la pistola de la denunciante, con ocho proyectiles.





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