Un alarmante nivel de contaminación en los arroyos urbanos de la capital provincial pone en jaque la vida vegetal y animal de esas cuencas. Así se desprende de un monitoreo municipal mediante el cual se controlaron en total 35 estaciones de bombeo de líquidos cloacales, asociadas a 8 arroyos, en marzo último (entre los días 6 y 27 de este año). De las estaciones controladas, se realizaron mediciones en 28 y se registró 3,8 promedio de nivel de oxígeno cuando una situación óptima sería un máximo de 8 y mínimo de 5.Por otro lado se tomaron muestra para analizar el manejo de los balnearios, que involucra control y monitoreo sobre el río Paraná en Miguel Lanús y en la Bahía El Brete y sobre el arroyo Mártires, pese a que no estuvo en actividad como playa habilitada sino solamente como solarium, sí se monitorean los tres lugares que históricamente tienen utilización como solarium. Los datos cruzados en cuanto a las mediciones hechas en los balnearios habilitados de la ciudad también son interesantes: durante todo el año pasado, en los meses previos a la temporada, (marzo, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre) y durante la temporada de verano (período diciembre del 2016; enero y febrero 2017) las cifras obtenidas se ajustaron a la normativa de balneabilidad: en El Brete con el 76,5% de resultados positivos en el año y en la temporada el 83,9%. En Miguel Lanús las mediciones se ajustaron a la normativa de balneabilidad a lo largo del año en el orden del 93,18%, y en la temporada el 96,4%. El arroyo Mártires merece especial atención en relación a que hace dos años no se habilita la playa como balneario y si bien siempre se informó que tenía que ver con una cuestión referida a la pérdida de su estructura de arena y a la aparición de pozos peligrosos, en verdad no se encuentra habilitado para la recreación porque solo el 44,4% de las mediciones obtenidas en las muestras tomadas durante la temporada enero-febrero 2016, se ajustaron a la Normativa de Balneabilidad de Posadas y el 62,5% durante el resto del año. La ordenanza que regula la balneabilidad de las aguas en Posadas exige un mínimo de 80% de análisis óptimos. Tendencia histórica“Los estudios históricos del río Paraná incluyeron el inicio de Posadas en la zona de Garupá-Miguel Lanús y en el final (a la redonda de la ciudad) en zona del Mártires generalmente muestran niveles de contaminación. La información sobre eso indica y marca un claro aporte de los habitantes capitalinos de la contaminación al río, que si bien tiene un alto poder depurador y asimila rápidamente esa contaminación y la bio-transforma para dejarla en condiciones, nosotros tenemos la obligación de empezar a mirar esas situaciones en los arroyos donde no hay esa capacidad”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el director general de Salud municipal, Alejandro Martínez. “Informes que datan del año 90 tanto de Yacyretá como municipales respecto a esa situación dan cuenta de que la contaminación se da, no por aportes directos al río Paraná sino por los pequeños aportes de polución y desechos que se hacen a los pequeños arroyos de la ciudad y que desembocan al río”, describió Martínez, para quien “las aguas no son malas de por sí sino por los contaminantes de todo tipo que se vierten en ellas. Si por un lado no se controlan y mantienen las estaciones elevadoras (a cargo del Eprac) y la conexión de los vecinos a la red cloacal se va a terminar provocando un daño importante”, alertó. Fotos: Archivo M.Fedorischak y M.Colman





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