El recuerdo de la jornada en la que Ezequiel Padilla (26) fue agredido mortalmente vuelve en forma triste e inexplicable a la memoria de sus familiares. Es un dolor que vuelve, permanece y no se va. El ataque que sufrió el joven fue perpetrado durante el primer día del año, en inmediaciones a las avenidas Chacabuco y Costanera, al sur de la capital provincial. Tanto la pareja como la hermana de Ezequiel accedieron a dialogar con PRIMERA EDICIÓN, aunque prefirieron mantener sus identidades en el anonimato y no sacarse fotos. Tampoco quieren que tomen imágenes de la vivienda donde residen. El motivo de esta decisión es grave: cuentan que recibieron información de que los parientes del detenido por el crimen juraron venganza. “Por las dudas nada de fotos. Que no sepan donde vivimos, tenemos miedo de que algo nos pase”, aseguran ambas mujeres mientras los pequeños hijos juegan alrededor. “<a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/239674/agonizo-durante-30-dias-y-fallecio-por-negarse-a-invitar-un-cigarril.html">El lunes 30 de enero Ezequiel no resistió más</a>. Estaba internado en el hospital Ramón Madariaga desde el 1 de enero, cuando lo acuchilló un hombre porque no tenía cigarrillos para invitarle”, comenzó diciendo la esposa del joven. “Era domingo, las 9 de la mañana y justamente él venia hacia nuestro domicilio, cuando este individuo le dijo ‘ah no tenés cigarrillos…y le apuñaló. No sé si estaba falopeado o qué. Según los vecinos hacía cinco años que vivía en nuestro barrio. No sé si se conocían con mi marido o si alguna vez tuvieron un percance. Ese día Ezequiel había ido a comprar cigarrillos con un vecino, no consiguieron y cuando este sujeto le paró en una esquina pasó lo que pasó”, recordó. Testigos claves La mujer contó que el vecino que acompañaba a su pareja se convirtió en un testigo clave. “Cuando Ezequiel fue atacado el vecino reaccionó. Con una botella que llevaba en la mano le golpeó, pero el tipo logró correr algunas cuadras hasta subir a un remis. También otra persona que vive enfrente del lugar donde todo sucedió, y que justo estaba afuera a esa hora, puede brindar su testimonio de lo que sucedió. Además, conocían al agresor, porque hacía bastante que andaba por el barrio. No entiendo la frialdad de esta persona, porque antes de agredir a mi marido y de pedirle cigarrillos le llegó a pasar la mano y le dijo ‘felicidades’. Desconozco si había algún problema anterior entre ellos, pero mi esposo nunca tuvo problemas con nadie, él se crió junto a sus padres y hermanos en este barrio y todos le conocían. Trabajaba en la construcción, estaba contento y disfrutando de las vacaciones. Ese día estaba por organizar una salida al agua con varios familiares, íbamos a ir todos”. Tomando tereré Uno de los mencionados testigos fue quien identificó al ahora acusado por la Justicia. En ese sentido, la pareja del fallecido relató que “a las dos semanas de la agresión y mientras Ezequiel estaba internado, uno de los vecinos que se gana la vida recolectando botellitas para vender justo pasó por la zona de Pediatría. Entonces le reconoció al que atacó a mi marido. Corriendo vinieron a avisarnos. ‘Allá está el tipo tomando tereré con la mujer’, le dijo el testigo a mi cuñado. Rápidamente avisaron a la Policía, que vino y le agarró”. Sus últimas palabras Visiblemente entristecida por revivir aquella lamentable jornada, la entrevistada recordó las últimas palabras de la víctima. “Ezequiel caminó dos cuadras malherido, en dirección hacia la vivienda de su hermano. No llegó porque cayó al piso, pero como le habían avisado a su hermano, éste lo alcanzó con el auto. Una vez arriba y mientras se desangraba le dijo al hermano ‘no me dejes’. Mi cuñado le contestó que “no lo iba a dejar” y fue entonces que Ezequiel se desvaneció y no despertó más… quedó en coma farmacológico hasta que no aguantó más…el lunes 30 de enero al mediodía se produjo su fallecimiento. Tuvimos dos hijos, una nena de cinco años que todavía pregunta por él y un bebé en camino, de ocho meses”. “Antecedentes violentos”Acerca del acusado, quien actualmente se encuentra detenido, la mujer manifestó que “no tenía paradero fijo, se quedaba un tiempo en cada barrio. Cuentan que era una persona muy violenta, sin compasión por nadie. Le pedimos a la Justicia que no lo libere, que pague la condena que tiene que pagar. Tenemos entendido que tenía antecedentes en Paraguay y pedido de captura y que por eso no salió del país”. “Pedimos que el juez tome una buena decisión, una persona así no puede estar en libertad. Primero sentí que alguien así no se merece ni respirar o estar vivo, pero me puse a pensar y en realidad tiene que sufrir lo que sufrimos nosotros. Mi marido agonizó treinta días, hasta que no pudo luchar más y le dio un paro cardiorrespiratorio. Esa persona tiene que sufrir lo que nosotros sufrimos…”, insistió. “Puede ocurrirle a otra familia”La hermana de la víctima, quien en todo momento acompaña a la esposa de su hermano fallecido, insistió en que “nuestro pedido de justicia no solamente es por Ezequiel, es porque si esta persona queda en libertad puede volver a hacer lo mismo y no queremos que le ocurra esto a otra familia. No queremos que pasen por lo que nosotros estamos pasando. Este individuo le quitó la vida a una persona y su hijo en camino no podrá conocerlo, además de una nena que todos los días pregunta por él. Es inexplicable lo que hizo, sacó un cuchillo pensando que un ser humano es cualquier cosa. Mi hermano ni se esperaba que lo ataque, no había tomado ni nada, según consta en los exámenes médicos”. “Estamos amenazados”Finalmente, la hermana de Ezequiel denunció que “un vecino le dijo a mi esposo que vinieron familiares de esta persona (por el acusado) de Paraguay y anduvieron un tiempo por la zona, por el barrio. Dijeron que tenían deseo de venganza y que van a hacer pagar a quienes hicieron que su pariente termine preso. Son varios los vecinos que nos advirtieron de estas amenazas y nos dijeron que nos cuidemos. Estamos amenazados. Por esas amenazas, uno de mis hermanos radicó una denuncia ante la Policía”. Por último pidió “que se haga justicia porque lo que pasamos nosotros, si este individuo es liberado, le va a pasar a otra familia. Mi madre quedó destrozada, uno está preparado para perder cualquier familiar, pero perder un hijo no tiene explicación. Es un dolor que no se puede explicar. Y una condena, sean los años que sean, no nos va a devolver a Ezequiel y tampoco es para calmar nuestro dolor, porque nunca se calmará; es para que otra familia no padezca lo que padecimos nosotros. Además, si sale estamos expuestos nosotros, mi cuñada y mis
dos sobrinos, toda la familia”.Prisión preventiva El juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, dictó recientemente la prisión preventiva para el acusado, de 40 años y de nacionalidad paraguaya. En su momento se abstuvo de declarar ante el citado magistrado, quien lo imputó formalmente de “homicidio simple”, precisó un portavoz judicial. Ezequiel Padilla murió a raíz de las severas lesiones que sufrió al ser atacado de una certera cuchillada a la altura del abdomen, el pasado 1 de enero a la mañana. Tras agonizar casi un mes, se produjo su fallecimiento el 30 de enero último. Algunos de los fundamentos del juez para resolver la situación procesal del involucrado fueron los testigos presenciales del hecho, entre otros indicios.





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