La polémica se veía venir. Y finalmente estalló. El viernes por la noche se llevó a cabo la fiesta de la organización “El Joven Puede”, en la que mayores y menores confluyeron en un local nocturno en el que se vendieron bebidas alcohólicas. Ante la situación, efectivos de la Policía provincial que realizaban servicio de adicional en el lugar constataron la presencia de los adolescentes, labraron un acta y se retiraron del interior para no avalar una presunta infracción al Código de Faltas de la provincia, según las fuentes. La cuestión promete dar que hablar.Tal <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/241821/el-joven-puede-logro-la-aprobacion-de-dos-jueces-para-hacer-una-fies.html">como publicó PRIMERA?EDICIÓN el último viernes</a>, el grupo denominado “El Joven Puede” había logrado la autorización del juez de Paz de Puerto Rico, Juan?Carlos Benítez Cruz, para la realización de un evento nocturno en el local “Mantra Lounge Club” en el que participarían, además, adolescentes de 16 y 17 años.La organización juvenil argumentó que la realización del encuentro tenía como objetivo “desalentar las fiestas clandestinas que se están haciendo, donde no hay ningún control ni seguridad?(…)?Para nosotros esto es una preocupación”, había dicho a este Diario Alex Schuster, uno de los coordinadores del grupo.Pues bien, en la noche del viernes la fiesta finalmente tuvo lugar en el mencionado lugar, sobre avenida San Martín al 2900 de Puerto Rico, donde -tal como se preveía- se desató la polémica.Efectivos de la Policía provincial se presentaron en la escena para cumplir con el servicio de adicional, cuando notaron que en el lugar, “se estaba consumiendo y comercializando bebidas alcohólicas”, al decir de la comunicación policial que trascendió el sábado, se constató la permanencia de al menos cuatro menores de edad, de entre 16 y 17 años.Ante tal situación, los uniformados procedieron a labrar un acta de constatación en presencia de un testigo y del propio responsable del local, de 40 años, tras lo cual -asegura el parte policial- se tomaron muestras fotográficas del procedimiento, “como así el consumo de alcohol y permanencia de menores en el interior del local”.Al decir de la versión policial, al estar ante una situación ilícita en virtud de lo expuesto por el Código de Faltas, los efectivos pusieron en conocimiento del hecho al juez de Paz de Puerto Rico, el mismísimo Benítez Cruz, quien horas antes había autorizado la fiesta.El parte policial continúa entonces con la respuesta del magistrado ante la inquietud de los policías. “(El juez) Expresa verbalmente que los menores identificados pueden permanecer en el local bailable ya que en ninguna parte de la ley (se) prohíbe la permanencia de menores de 18 años en locales donde se consumen y comercializan bebidas alcohólicas”, fue la respuesta del juez al decir de los policías.Ante el presunto “choque de perspectivas”, el personal policial que llevaba a cabo la custodia interna del local resolvió retirarse del mismo y permanecer en el exterior, “quedando bajo exclusiva responsabilidad del organizador del evento la parte interna del edificio, todo ello con conocimiento y consentimiento del señor juez provincial de Paz”, cierra el memorándum de la fuerza provincial.Consultadas por este medio, las fuentes indicaron que el egreso de los uniformados se debió a que los mismos no podrían permanecer en el lugar avalando un accionar que consideran contrario al Código de Faltas provincial, más allá de que el juez de Paz había autorizado la presencia de los adolescentes. La contradicción presentada de una y otra posición generó una polémica en Puerto Rico que ya da que hablar no solo en esa localidad.





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