Con un modelo productivo centrado en la agroecología, arrancó el ciclo de talleres de huerta en el marco del programa del mismo nombre de la Secretaria de Estado de Agricultura Familiar, Huertas Agroecológicas y Planificación de las Rotaciones de Cultivos. El proyecto, que ya lleva dos años en la capital provincial, busca alcanzar el autoconsumo en un plazo corto-medio de las personas involucradas, y más tarde aspira que sus dueños logren un excedente de producción para poder comercializar las verduras y convertir las huertas en una alternativa de autoempleo.Su facilitador, David Valera Sendra, comentó a PRIMERA EDICIÓN algunos aspectos centrales del proyecto que ya lleva dos años de acción en la ciudad, con miras a fortalecer la existencia de un "cinturón verde" en Posadas.“Para el desarrollo de los proyectos de huertas se parte desde la posibilidad del autoconsumo hasta la posibilidad de generar un excedente de producción y venderlo, pudiendo llegar a ser un feriante”, describió acerca de las potencialidades del taller.“La agroecología, que es nuestro modelo productivo, es respetuosa del medio ambiente y de los recursos naturales con una visión holística, social, ambiental y económica, con conceptos de consumidor responsable, precios justos, producción saludable”, contó acerca de los múltiples beneficios. El programa de agroecología urbana es de la Secretaría de agricultura familiar de la provincia, que es órgano de aplicación de tres leyes: agricultura familiar, ferias francas y fomento a la producción agroecologica. Intentando unir esos tres marcos, surge el programa que se inspiró en el desarrollo de la agricultura urbana de Rosario con el objetivo de incentivar a que los vecinos posadeños produzcan sus propios alimentos.Necesidad evidenteDescribió Sendra acerca de los beneficios directos e indirectos de diseñar huertas en los barrios: “En Posadas, como núcleo urbano más grande de la provincia, más poblado y con menor capacidad productiva, se hace necesario fortalecer el cinturón verde de la zona. Ahí está el objetivo central, pero es también desde donde derivarán otros objetivos secundarios como la generación de emprendimientos productivos, el autoempleo y mejorar la calidad del ambiente urbano, tanto desde lo visual como del aire”.“Intentamos ser lo más abarcativos posibles, pero desde el punto de partida bastante humildes y reconociendo que ahora mismo no hay mucha producción hortícola en la capital provincial”, se explayó. Los talleres de este año arrancaron el miércoles de la semana pasada, con éxito de público, entre 70 y 80 asistentes. El año pasado, con el dictado de dos ciclos completos, hubo gente que se mostró bastante enganchada en dar “vida” a sus huertas barriales.El punto de partida es el diseño de huertas agroecológicas, con énfasis en el planeamiento, porque no es como en la agricultura industrial; en la primera hay principios básicos que involucran a la naturaleza, porque el sistema productivo busca ser lo más parecido al ecosistema local. Cada mes hay una charla especial con algún experto para complementar los requerimientos de la información que hace la gente. “En éste año la búsqueda será conseguir que más huertas se establezcan en los barrios. Nosotros trabajamos con un sistema mediante el cual, el vecino participante convoca a otras personas del lugar donde vive para hacer la huerta y vamos a trabajar en campo directamente, con una visión más práctica”, explicó Valera Sendra acerca de la metodología.Indicó el hombre autocrítico: “Nos está costando encontrar personas interesadas en trabajar en huertas comunitarias. Hasta ahora se fortalecen las individuales. Este año queremos que aparezcan más huertas estables, que es algo que está costando de momento”, explicó. “Suponemos que hay varios factores para que ello ocurra, de ahí que en ésta ocasión apuntemos a aspectos técnicos específicos”, aseguró. Todo está relacionado con todoEn una huerta urbana las condiciones ambientales afectan directamente. “Si hay muchos árboles o pocos, si los vecinos usan químicos, si hay agua o no. Entonces es clave cómo partimos para que prospere”, explicó el experto. El año pasado se llegó a capacitar a unas 500 personas y se trabajó en 10 barrios de la ciudad y en éste nuevo ciclo se buscará corregir algunos inconvenientes planteados en el camino para poder dejar huertas mejor establecidas. Las clases del primer ciclo se dictan en la Sala Kowalski del Centro Cultural Vicente Cidade y el número de contacto para informes e inscripción es 3764913892.





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