"Las etiquetas sirven para que el consumidor esté informado y los ahorros, dependiendo el producto, pueden llegar a un 20%, en el caso de una lámpara o de un 5% o 6% para un aire acondicionado por cada escalón o clase", aseguró el director de certificación del IRAM, Guillermo Curi.En un comunicado, la entidad destacó que a través del sitio www.eficienciaenergetica.org.ar, se brinda un detalle de cómo leer las etiquetas de aplicación obligatoria en los artefactos eléctricos que representan un mayor consumo: heladeras, lavarropas eléctricos, aires acondicionados y artefactos de iluminación. Esas etiquetas, en términos generales, todas se componen de dos partes: la superior, más visual, constituida por barras horizontales de colores en escalera descendente donde cada "escalón" representa un nivel de eficiencia energética. Y luego, la parte inferior, varía según el tipo de producto, pero generalmente apunta a su funcionalidad o desempeño (por ejemplo, la capacidad en litros de una heladera o la cantidad de luz que brinda una lámpara), detalló el IRAM.Además, puntualizó que en el caso de los equipos de aire acondicionado, la etiqueta califica la eficiencia energética mediante un sistema comparativo que se compone de siete clases identificadas por las letras A, B, C, D, E, F y G.En este caso, la letra A se le adjudica a los aires acondicionados más eficientes, y por lo tanto los que permitirán ahorrar electricidad, y la G a los menos eficientes. Asimismo, indica el consumo de energía anual. "De esta manera, permite a los usuarios realizar los cálculos correspondientes para anticiparse al monto que abonarán en su factura", concluyó.Fuente: Agencia de Noticias NA




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