En la Escuela 898 el acto de finalización del ciclo lectivo reunió a las familias de sus 53 alumnos en una fiesta que incluyó charlas sociales, un gran almuerzo, juegos para los más chicos y también para los más grandes. Todos los años, los dos únicos maestros de esta escuela rural, el director Juan Manuel Benítez y la docente Edy González Lemos, organizan con anticipación los preparativos para que esta gran reunión social que reúne a las familias que viven a unos 10 kilómetros a la redonda salga de maravillas. Luego del acto académico donde se entregó el certificado de finalización del nivel primario a 5 alumnos y otros 5 egresaron del nivel inicial, los padres y docentes comenzaron a cocinar el asado y a preparar las ensaladas que compartieron en el almuerzo. Pero no todo es color de rosa, pues los maestros saben que difícilmente los alumnos que terminaron séptimo grado sigan estudiando el año que viene. Es que el Paraje Alegría sólo cuenta con oferta educativa pública del nivel primario y la institución secundaria más cercana, una Escuela de la Familia Agrícola (EFA), es muy costosa para las humildes familias de sus alumnos. Luchadores incansables Según contó el director, Juan Manuel Benítez, hace varios años que solicitaron al Consejo General de Educación (CGE) para implementar una secundaria rural en la Escuela 898, “aunque sea los primeros tres años de secundaria”, destacó el docente, el mismo que está decidido a que sus alumnos tengan acceso a Internet y para lo cual está averiguando la posibilidad de contar con este servicio a través de una empresa de Brasil, muy cercano al Paraje Alegría. “Estamos pidiendo, peleando… implorando para conseguir la UGL rural que permitirá a nuestros alumnos seguir estudiando porque la mayoría, lamentablemente, termina séptimo y deja la escuela”, se lamentó Edy González Lemos, la maestra cuya historia conmovió a la opinión pública nacional cuando contó que, pese a luchar contra el cáncer desde hace 8 años, sigue recorriendo los 20 kilómetros diarios para ir a dar clases en la colonia y luego regresar a su casa, en San Antonio. Antes hacía este trayecto en moto pero reemplazó este medio de transporte por el caballo porque no toleraba el dolor. Edy llega a la escuela a media mañana para poder cocinar el almuerzo, luego da clases en un plurigrado a los chicos de primero, segundo y tercer grado. Por su parte, el director, enseña a los alumnos de cuarto, quinto, sexto y séptimo. Ambos se hacen cargo, además, de la limpieza de la escuela. Y reclaman que se garantice el acceso a la escuela secundaria para los niños del Paraje Alegría.





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