La primera escuela de robótica del país ya tiene fecha de inauguración: el próximo 20 de diciembre. Entonces, los equipos de profesionales que trabajan en ella se encuentran ultimando detalles con la intención de que esta innovadora institución, que contará con equipamiento de última generación, esté lista y a disposición de todos los alumnos misioneros. PRIMERA EDICIÓN hizo un recorrido por la escuela ubicada en el Paseo 220 en avenida Roca casi costanera y habló con parte del equipo encargado de dejar todo listo y en condiciones para que esta escuela, única en el país, sea el orgullo de todos los estudiantes de la provincia. “Estamos en una etapa próximos a la inauguración, en pleno proceso de formación de los equipos que van a trabajar aquí y que estarán a cargo de este proyecto”, relató la coordinadora de Unidad de Gestión en Tics, Flavia Morales.“Es la primera escuela de robótica pública del país y va a tener ciertas particularidades, primero porque es nueva en cuanto a modelo pedagógico y en segundo lugar porque estamos hablando de la robótica en educación, no hay experiencia en la provincia sobre el aprendizaje con robótica y me animaría a decir que tampoco en el país”, remarcó Morales.El Paseo 220 fue remodelado para transformarse en esta escuela innovadora, lejos de lo que estamos acostumbrados a pensar como “escuela”. Priman los colores y las formas, lejos del pizarrón y los pupitres. “No hay un lugar importante acá, todos los lugares son importantes. Esa es la idea, y el docente se sumará a las estaciones, será parte de esta construcción horizontal que proponemos. Llevó un buen tiempo definir cuál iba a ser la ecología de la obra”, indicó Morales a PRIMERA EDICIÓN.Remarcó que “fue muy importante la ambientación porque no está todo modernizado, sino que hay cosas que se conservaron porque este es un lugar histórico. Esto hace a la convergencia, porque en realidad todavía estamos en un paradigma que está cambiando pero vivimos en el mundo analógico y digital y queríamos respetar un poco eso”, agregó. La metodologíaLa escuela tendrá características particulares. No habrá alumnos diariamente como en las instituciones tradicionales. Solange Schelske es ingeniera en informática y forma parte del equipo técnico que se encuentra trabajando en la escuela. Explicó a PRIMERA EDICIÓN cómo funcionará la escuela señalando que será “como un complemento a lo que es la escuela común”. Indicó que “van a ver ofertas como talleres, cortos y largos. Estamos trabajando en la propuesta de estos talleres. Por otro lado, habrá experiencias áulicas donde las escuelas comunes podrán traer acá un curso, los chicos harán aquí la experiencia de incorporar lo que es electrónica, producción, robótica; luego iremos nosotros a la escuela con nuestro equipo territorial y haremos un acompañamiento y seguimiento. Después habrá una segunda instancia de nuevo acá en la escuela donde van a ir un poquito más allá. Se elevará el nivel porque esto es un trayecto”.La oferta formal estará relacionada con cursos de programación y de robótica, avalados por el Ministerio de Educación. “Entonces un chico de séptimo grado o alguien de la facultad que quiera hacer un curso en la escuela de robótica, se inscribirá a la oferta que más le llame la atención”, indicó Schelske. Habrá talleres de nivel inicial, “en el sentido de que los contenidos son iniciales como qué es la programación, qué es la electrónica, qué es un circuito eléctrico, las masas conductoras, los motorcitos, paso a paso, donde ellos con una pila puedan mover algo. Ese tipo de actividades son más de nivel inicial e incluso primaria, donde también podremos dar contenidos como el concepto de circuito eléctrico, algo un poco más avanzado”. Indicó que se irá complejizando “a medida que los alumnos sean más grandes y también al acompañamiento de las otras materias, porque la robótica no es solamente robótica, es un conjunto de ciencias, como mecánica, matemática, electrónica. Entonces la idea es que podamos aprovechar eso y que ellos puedan incorporarlo”. “Ahí está lo positivo, lo transversal a varias disciplinas que es nuestra idea, que la robótica no quede en la robótica en sí misma, sino que pueda ir integrándose en varias disciplinas o estas se sumen, vean de qué manera pueden integrar la robótica. Desde filosofía, matemática, inclusive en psicología. Todo depende del docente. Él tiene que ir viendo qué contenido adapta, de qué manera o qué de eso él quiere analizar para enfocarlo desde su materia”, señaló Yamila Orué, profesora en psicología e integrante del equipo pedagógico.Morales agregó que “a partir de marzo estará disponible la inscripción a los talleres, obviamente habrá un cupo pero la intención es que los espacios se vayan renovando. La idea es que la escuela funcione todo el día y haya un espacio de articulación con los proyectos escolares. Las escuelas que quieran sumarse a trabajar en determinado proyecto podrán inscribirse, son los chicos quienes se movilizarán y ahí se trasladarán a la escuela, vendrán, nosotros iremos a asistirlos, porque también la idea es que esto pueda comenzar a suceder de a poco en las escuelas y que los docentes se animen a participar”.Los objetivos La intención con esta escuela de robótica es “patear el tablero”. “Queremos trabajar un modelo pedagógico basado en el constructivismo, en el hacer. Este es un trabajo que requiere de secuencias y del aporte del otro. Esta escuela tiene que ver con la innovación tecnológica sin dejar de lado las áreas del conocimiento tradicional. Es un trabajo arduo porque no es fácil atravesar la currícula utilizando la robótica. Es romper los esquemas y va a requerir todo un esfuerzo por parte de nuestra docencia. Nuestros alumnos son intuitivos, son sensibles a esto y reaccionan de una manera natural”, señaló Morales.Según destacó, “este modelo propone poner al alumno en el centro del aprendizaje, es decir que él pueda construir el conocimiento, que se pueda plantear el qué, el cómo y el para qué. Esto no es nuevo, está basado en modelos que ya fueron experimentados. La importancia de que el sujeto participe de la construcción de su aprendizaje porque lo lleva a comprometerse desde otro lugar. Aprende con un sentido, no memoriza conceptos para una prueba que luego se olvida. Es parte de esa experiencia y esa es la diferencia, cuando el alumno es parte del recorrido de su aprendizaje no lo olvida tan fácil”.La escuela recibirá a niños desde los cinco años, quienes según los profesionales de la institución pueden participar
sin problemas de las actividades que se propondrán. “Pueden y están preparados, si desde que nacemos nos vinculamos con el mundo, nos relacionamos y tenemos saberes. No somos una vasija vacía que llenan de contenidos en la escuela. El niño de cinco años ya tiene recorrido, entonces es tomar esa experiencia desde lo lúdico, respetando las habilidades cognitivas de la edad, trabajar sobre ello y desarrollar y ayudar a estimular y a que se desarrollen esas habilidades y competencias”.Indicaron que “lo que nosotros proponemos son trabajos por niveles, no dividirlos por edades sino por competencias. Que los chicos puedan desarrollar competencias y habilidades que los preparen para el siglo XXI”.Un desafíoEntre diez y veinte personas formarán parte de los equipos que trabajarán diariamente en la escuela. Estarán conformados por diferentes profesionales quienes, desde su ámbito, brindarán las herramientas necesarias a medida que vayan surgiendo las demandas. “No está estipulada la cantidad de docentes por estación. Sí habrá un facilitador que estará a cargo. Será un facilitador porque es el que ayudará al alumno a poder conectarse con el aprendizaje, lo orientará y sostendrá emocionalmente, porque también causa frustración cuando algo no funciona. Entonces no sólo tiene que ver la formación específica, sino también con lo emocional, que el niño no se frustre porque la idea de esto es que los chicos puedan tener varias posibilidad de aprender”, señaló Morales y remarcó que “no sabemos donde está el próximo genio, hay que estimularlo y darle la posibilidad”.Entonces, quizá un determinado proyecto ideado por los chicos, por sus características necesite de un facilitador con un perfil de ingeniero más el trabajo de un pedagogo y así “se irá adaptando a los proyectos a medida que vayan surgiendo las demandas. Eso es lo bueno de jugar con la diversidad y la creatividad. Además, es también un desafío el salirnos del rol estipulado, porque acá es un equipo que va a ayudar a construir ese aprendizaje. También a nosotros nos interpela como docentes y nos lleva a formarnos primero. Esto es algo nuevo, nos invita a pensar a la educación y al trabajo en el aula desde otro lugar”, finalizó Morales.A desarrollar habilidadesEntre los beneficios de la escuela, los profesionales destacaron el desarrollo de actividades como la investigación, la resolución de problemas, la lectura y escritura. “En estas áreas es donde más dudas se tienen sobre si los chicos aprenden o no. Acá van a tener que leer e interpretar para poder realizar, pero son procesos que se van a ir dando todos en un engranaje, no por separado. Ni siquiera se van a dar cuenta que lo están haciendo, esa es la idea”. La intención es que haya mucha creatividad y que los chicos sean capaces de “apreciar el valor de la automotivación y de sentirse con recursos, que todos tenemos un potencial, que la robótica, la ciencia, la programación, no es sólo para los genios, que todos los podemos hacer. Creo que son habilidades que hoy por ahí no están en la currícula, o están pero no como prioridad y si desarrollamos esto vamos a tener pibes que ‘vuelen’ en física, en matemática. De acá van a salir futuros científicos, nosotros vamos a hacer la motivación para apostar a que haya más chicos que quieran estudiar ingeniería”, indicó Morales, quien señaló que la intención es que la universidad también se involucre en este proyecto “porque habrá que tener las carreras para que estos niños encuentren en Misiones la respuesta a su demanda. Tenemos que entender, pensar y trabajar con la universidad porque habrá que tener propuestas universitarias para poder sostener esto”.Para finalizar, remarcó que “esto nos va a interpelar y nos hará debatir sobre cuál es la necesidad actual, porque estamos inmersos en un mundo que demanda otro tipo de formación y también rever la formación docente. Nuestro objetivo es contribuir para que nuestros jóvenes misioneros se puedan realizar y aquí en su provincia”.





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