Mucha emoción vivió el último viernes de septiembre la comunidad educativa del mencionado establecimiento para Sordos, cuando se llevó a cabo el acto de colación de los Egresados 2016 del Sistema Provincial de Teleducación y Desarrollo (Sipted), donde cuatro de sus alumnos recibieron el título secundario, un logro alcanzado con mucho esfuerzo. El modelo educativo bilingüe de la escuela especial, promueve la integración escolar en el nivel medio, luego de haber adquirido competencia en lectura y escritura. Ello posibilita que esa institución ya cuente con varios egresados del nivel secundario. En esta oportunidad concluyeron sus estudios Lucas Emanuel Malveira, quien además fue primer escolta de la Bandera Argentina, Matías Ezequiel López, quien deleitó a los presentes con el discurso de despedida, Yaquelina Anabela Ayala Villagra y Heidi Carolina Ortiz. Acompañando a los alumnos estuvieron presentes la supervisora de educación especial de la Zona Centro, Marina Durán; la directora de la Escuela Especial 13, Sabina Galvelis; la docente Paola Amarilla, quien ofició de intérprete de Lengua de Señas Argentina y la docente Mirian Nacimiento, la profesora que trabajó desde el principio con los cuatro chicos y una responsable directa del significativo logro. “No podemos dejar de mencionar a las familias de estos jóvenes, porque sin el apoyo de ellos no se hubiera podido lograr este nivel educativo. La escuela ofrece un soporte y un apoyo fundamental, pero son las familias quienes sostienen y acompañan a sus hijos”, expresaron los directivos.En la ceremonia se destacó especialmente la figura de la profesora Rosana Duarte, encargada del Núcleo 1.326, institución donde estos jóvenes fueron recibidos, atendidos y guiados para el logro de tan importante meta. “Sin su apertura y sus enormes deseos de colaborar, este logro no hubiera sido posible. Y en forma extensiva a todas las autoridades del Sipted”, subrayaron los docentes de los chicos. También estuvieron presentes ex alumnos, amigos de los flamantes egresados. “Los actos académicos son emotivos y formales, pero para quienes conformamos la Escuela Especial para Sordos de Oberá fue doblemente emotivo, porque estos jóvenes ingresaron siendo pequeños, con familias confundidas y sorprendidas. Ahora verlos grandes, con aprendizajes adquiridos y con más herramientas para enfrentar al mundo, es sin duda muy gratificante. Muchas gracias a todos quienes nos apoyan y nos alientan a seguir con esta dura pero tan noble tarea”, concluyeron las docentes.





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