Hugo Nicolás López tenía 33 años y trabajaba en una estación de servicios de la avenida Santa Catalina. Todos los días se despertaba a las 5 para llegar a horario al trabajo. Sin embargo, el lunes pasado todo cambió. La rutina comenzó sin sobresaltos. Se despidió de sus dos hijos de 6 y 4 años, besó a su esposa y subió a su motocicleta Mondial 135. “Él entraba a las 5.30 pero nunca llegó”, recordó Carlos, compañero de trabajo de Hugo, el motociclista que perdió la vida en el cruce de las avenidas Alicia Moreau de Justo y 178 al ser atropellado por una camioneta conducida por José Daniel Arrúa (44), a quien el test de alcoholemia le dio positivo, según la Policía provincial.“Entonces lo llamamos al celular. No contestó. Llamamos a la esposa y nos dijo que no sabía qué pasaba. Después nos enteramos que había muerto en un choque. Que un imprudente le quitó la vida ¿cómo se entiende eso? ¿cómo se le explica a los hijos que todavía lo esperan?”, dijo con dolor Carlos. En la tarde del martes, familiares, compañeros de trabajo, amigos de la escuela primaria y secundaria se acercaron para darle el último adiós. Conmovidos por la inesperada pero también injusta partida, dialogaron con PRIMERA EDICIÓN y, entre lágrimas, recordaron a Hugo y exigieron justicia.Dolor e indignación El lunes cerca de las 6 se escuchó el timbre del teléfono de la casa de Adelaida Antúnez, madre de Hugo. “Era de la guardia del hospital, nos avisaron del accidente”, recordó aún schokeada la mujer.La familia rápidamente acudió al nosocomio y aguardó el parte médico. “Hasta último momento esperábamos que nos digan ‘Huguito se despertó’. Aunque le queden secuelas, pero que esté con nosotros”, dijo Agustina Antúnez, prima del motociclista. “Pero después de tanta espera nos dieron la peor de las noticias: Huguito se había ido”, recordó Adelaida. ¿Qué pasó? La madre de Hugo escuchó varias versiones. “Nos dijeron que lo chocaron de contramano. Siempre pensé que esto le pasa a otros pero no a uno. Para mí, mis hijos eran inmortales. A esa hora de la mañana mi hijo iba a trabajar, con el casco de seguridad y el chaleco reflectivo, era muy precavido”, detalló.Adelaida recordó a su hijo como un luchador y que “lo único que quería era tener bien a su familia, era el pilar. Nosotros queremos justicia y pedimos que no se tape lo que ocurrió porque sabemos que es político. Lo que pedimos es que quede preso porque se llevó la vida de mi hijo”.Agustina, prima de Hugo, apuntó al futuro de la familia de la víctima. “Mi prima se quedó sola con dos chicos, ¿quién responde por ellos? No hay palabras, esperamos que se haga justicia. Y pido justicia por mis sobrinos, por mi prima, por mi familia. Nosotros queremos ver a ese tipo adentro de la prisión y que pague por lo que nos hizo, que no quede nuestro pedido en palabras”.Mientras tanto, vestidos con los uniformes de la estación de servicio, uno a uno, arribaron los compañeros de “Huguito”, como le decían. Eran más de 20 y llegaron desde distintos servicentros hasta el salón velatorio. “Yo pienso en sus hijos que son muy pequeños, cuando le pregunten por su padre y no lo recuerden, eso es terrible. Destruyen vidas, no solo la de Huguito, sino de muchos”, dijo Emanuel Escobar, uno de los compañero de trabajo. Consternado, agregó: “nosotros trabajamos desde hace dos años en la estación de servicio. Era excelente, hoy lo despedimos junto a los compañeros, no se merecía esto. Y nos da bronca porque el que manejaba era un político, pedimos justicia, que no se arregle así nomás lo que sucedió porque eso nos genera más impotencia. Yo solo soy uno más de los muchos que pedimos justicia”."Vivía para sus dos hijos"Detrás de las vidas perdidas en tragedias viales, quedan las historias que remarcan la gravedad de lo sucedido. En el caso de Hugo Daniel López este medio pudo establecer ayer que era un hombre desesperado por el bienestar de sus dos pequeños hijos y pareja.Un fanático hincha de Guaraní y River Plate que llevaba una vida “sana por completo, no bebía, fumaba y menos drogaba, vivía para sus niños”, según comentó uno de sus familiares que remarcó su llamado a que las personas que hayan visto lo sucedido aporten los datos porque resultarían determinantes, ya que no hay referencias o antecedentes de imprudencia de manejo de López, que se movilizaba en un vehículo en regla y con las luces encendidas por lo que no pudo haber favorecido a una distracción en cuanto al automovilista que lo chocó.





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