En el momento y lugar equivocados cree la Policía de Corrientes que se encontraba Miguel Ángel Zalazar (23) el último jueves por la noche. El misionero cerraba su jornada en el lavadero de automóviles en el que trabajaba, en Itatí, cuando llegó un vehículo del que partieron varios disparos que le quitaron la vida. Para los uniformados de la provincia vecina, hay elementos para creer que fue un “ajuste narco” que, en realidad, iba destinado a otra persona.Esa era, al menos hasta el viernes por la noche, la principal hipótesis que manejaban las autoridades correntinas, según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, en relación con el crimen del joven oriundo de San José, a 40 kilómetros de Posadas, que vivía desde hace algunos meses en Itatí, uno de los centros más importantes de la fe católica en el país.Todo sucedió alrededor de las 20 del último jueves en cercanías al lavadero donde trabajaba la víctima, emplazado sobre avenida 25 de Mayo, principal vía de acceso a la localidad, a unas seis cuadras de la Basílica.A esa hora, Zalazar se aprestaba a finalizar una nueva jornada laboral cuando -siempre según la investigación- apareció en el lugar un automóvil oscuro. El joven se acercó, quizás pensando que podría tratarse de un cliente. Estaba equivocado: del interior del vehículo partieron tres disparos de arma de fuego, uno de los cuales impactó de lleno en el rostro del misionero. Tras el ataque, el o los autores escaparon a toda velocidad.La víctima sobrevivió y fue derivada de urgencia al Hospital Escuela de Corrientes, pero no hubo milagro.?Dejó de existir unos pocos minutos después de arribar al centro asistencial.Alertados por el hecho, efectivos de las dependencias de la zona y del grupo especial Policía de Alto Riesgo (PAR) de la fuerza correntina iniciaron una investigación. Si bien no se descartaba ninguna hipótesis hasta anoche, todo apuntaba a un ajuste de cuentas ligado al mundo del narcotráfico que, en realidad, no tenía como destinatario al joven oriundo de San José.“Se maneja como hipótesis el hecho de que Zalazar no fuese la persona que los atacantes buscaban”, dijo a Radio?Dos de Corrientes el comisario general Eduardo Acosta, jefe de la Policía correntina.Al respecto, versiones extraoficiales apuntan a un conocido personaje de Itatí como el autor intelectual del hecho, que tendría detrás una intrincada red narco en la que, al decir del propio Acosta, Zalazar quizás no tendría participación.Los forenses determinaron que el joven recibió un solo impacto con orificio de entrada en el pómulo derecho. Si bien no hay mayores precisiones, se cree que se trató de una pistola calibre nueve milímetros.En relación con el crimen, la Policía de Corrientes secuestró en las últimas horas un Chevrolet Astra que se encontraba estacionado en el propio lavadero donde trabajaba la víctima.Pueblo chico, infierno grandeLos poco más de seis mil habitantes de Itatí despertaron el viernes conmovidos por la noticia. En varios medios de comunicación sonaron entonces las voces de los vecinos, consternados por el crecimiento de la inseguridad en una localidad que hasta hace pocos años se consideraba tranquila. “En poco tiempo, Itatí se transformó en una zona caliente ligada al narcotráfico, principalmente por su ubicación, sobre el río Paraná y a unos dos mil metros de la costa paraguaya”, le dijo a este Diario una fuente que prefirió mantenerse en reserva por temor a sufrir represalias.Horas después ardió una camionetaLa conmoción en Itatí por el crimen de Zalazar se profundizó horas después, en la madrugada del viernes, con el hallazgo de una camioneta incinerada a pocas cuadras de la escena del crimen.Fue alrededor de las 3.30 que vecinos de la calle San Luis del Palmar dieron aviso a la Policía. Al apagar las llamas descubrieron que se trataba de una Volkswagen Amarok sin asientos, tal como las mismas suelen ser acondicionadas por las redes narco para el transporte de estupefacientes. Los detectives intentan establecer si ese hallazgo guarda relación con el homicidio.





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