La Policía Federal Delegación Posadas, recordó a los “Policías Federales Caídos en Cumplimiento del Deber”, con un acto protocolar realizado en el cuarto tramo de la costanera capitalina.En la oportunidad, el comisario Néstor Cerqueiro, jefe de la Delegación Posadas, agradeció la presencia de los representantes de las distintas fuerzas armadas y de seguridad del orden provincial y nacional, como así también del subsecretario de seguridad y justicia de la provincia, Pedro Marinoni, de un grupo de alumnos de la escuela 763 de Garupá, familiares y expolicías.Los presentes entonaron el Himno Nacional Argentino y la canción oficial de la provincia “Misionerita”, ejecutados por la Banda de Música de la Policía de Misiones. Posteriormente el padre Armando Vera, capellán de la fuerza policial, realizó la bendición, recordando a quienes perdieron la vida en cumplimiento del deber.El comisario Cerqueiro, tuvo a su cargo el discurso central. Posteriormente se hizo una ofrenda floral a los caídos y se entregaron distinciones al comandante principal Roberto Carlos Schmidt, jefe del Escuadro 9 Oberá de la Gendarmería Nacional; al cabo Armando Maximiliano Enríquez, de la Guardia de Infantería de la Policía de Misiones y al sargento José Almiro Goulart, de la Subdirección de Seguridad Oberá de la Policía de Misiones, en reconocimiento a la colaboración y cooperación en los procedimientos efectuados con el personal de la Delegación Posadas de la Policía Federal Argentina.Cerqueiro comenzó diciendo: “Hoy le rendimos un sentido homenaje a quienes ofrendaron su vida en cumplimiento del deber, hombres y mujeres que en la larga cronología del martirologio institucional conforman los valores, las bases y las raíces, que más profundas sostienen a una institución que nació junto a la Patria para vivir con intensidad sus crónicas políticas, históricas y culturales”. Luego siguió: “En Posadas, los policías federales recibimos conmovidos el testimonio vigente, que pese a la distancia física se hermana al intenso dolor que comparten los familiares y sus amigos de los caídos. El reconocimiento y gratitud de esta ciudad reafirma nuestra vocación de servicio y nos hace sentir altamente halagados con la función de cada día”.En un clima de alta emotividad y respeto, Cerqueiro remarcó que “morir en cumplimiento del deber enaltece, honra y hace que la vida de nuestros mártires perdure y trascienda en una inmortalidad escrita en recuerdos y memorias que son en definitiva el patrimonio institucional más representativo. Ellos son el ejemplo que grita sin palabra la razón de los justos e inocentes para que muchos oídos insensibles puedan tener contención a sus falencias y se escriba en la historia olvidada de la abnegación el valor y el renunciamiento en las páginas vivas de la historia de los argentinos. Ellos murieron y mueren en cada esquina, en la soledad y en el silencio. Alta la mirada hacia el cielo soleado, estrellado, donde les espera su lugar de elegidos junto al creador”.





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