El momento de mayor conmoción, en el contexto de una situación traumática por naturaleza, se produjo cuando uno de los asaltantes se propasó con la dueña de casa. Nadie mejor que ella para describir ese tortuoso instante que, seguramente, jamás olvidará.“A mí primero me llevaron a la cocina. Allí uno de ellos comenzó a querer manosearme”.¿Cómo? ¿Abusaron de usted? Exactamente, me hizo (por el asaltante) levantar la remera… me decía que si yo no me levantaba la remera, él iba a ir por mi hija. Entonces le dije "dejá, dejá que yo me levanto la remera". Entonces me levanté la remera (la mujer hace esfuerzos para no quebrarse) y en ese momento él, comenzó a manosearme (muy compungida hace movimientos sobre los pechos)… por suerte ingresó uno de los cómplices y le dice "boludo dejate de joder, vamos, vamos… dale boludo vení para acá". Fui manoseada, no hubo acceso gracias a Dios, pero no llegaron a eso porque el otro muchacho vino hasta la puerta y le dijo "dejar de hinchar boludo, vamos…".¿En qué momento les dicen dónde estaba el dinero?Ellos no dejaban de preguntar por el dinero. Me decían "dónde está la plata hija de puta; dónde está la plata; vos tenés la plata, dame los 500 mil pesos". Les dije ahí está la plata porque no sabía en qué estado estaban ni de lo que eran capaces… La plata estaba en una hielera azul chiquita, en la sala. Fue mi escondite de años….¿Los notaron alterados por alguna sustancia alucinógena o estupefaciente?Estaban completamente lúcidos, lo que sí se llevaron todas mis pastillas, medicamentos que yo tenía dentro de mi cartera.Velardes, por la fisonomía ¿cree que eran jóvenes?Con el que forcejeé tenía unos 22 años aproximadamente, porque yo tenía mucha más fuerza que él. Aparte, por la voz me di cuenta que era un chico joven. Cuando entraron los otros tres, tuve que desistir de resistirme. Entonces me obligaron a tirarme al piso.Pese a los pasamontañas, ¿pudieron notar alguna característica peculiar de los asaltantes? No vi nada de nada, porque me obligaban a mirar hacia el piso con la amenaza de que si no lo hacía, iban a hacer daño a mi hija. Entonces, con el miedo ese, cerraba los ojos y ni intentaba mirarlos por miedo a que le hicieran algo a mi hija.¿Creen que alguien los entregó?Sí, te puedo asegurar que sí. Nosotros, como cualquier persona que sabe en qué lugar vive, en el país que habitamos, no vamos a andar ventilando esa información a los cuatro vientos. Somos muy cuidadosos con ese tema pero ahora ya sabemos que la plata en la casa no sirve. ¿En algún momento pensó lo peor, que podrían matarlos?Para mí ellos no vinieron a matarnos, pero el susto que tenés te lleva a pensar que te van a matar. En el momento en que te dicen "te vamos a matar", qué podés pensar si nunca te topaste con un delincuente.¿A su hija también la ataron? Sí, de manos. A mí me ataron primero los pies y después las manos con cables de prolongadores… Entonces nos encerraron dentro de la casa y dejaron las llaves puestas del lado de afuera. Antes de irse, nos dijeron que no gritáramos porque si no volvían y se quedaban hasta las 7 de la mañana con nosotros, en la casa. Un horror.





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